Venta de chimó venezolano causa alarma en Chile. Se vende en la región Metropolitana entre 4 y 5 dólares. Según estudios varios de sus componentes son cancerígenos
Un producto que no es conocido en Chile, pero que lentamente gana espacio en el mercado informal. Se trata del Chimó un tabaco masticable de gran popularidad en Venezuela y pese a los riesgos de salud que advierten varios estudios se comercializa sin dificultad en nuestro país.
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Basta navegar por unos minutos en redes sociales para comprobar que su venta es masiva. En una hora el equipo investigativo de 24Horas contactó a varios comerciantes del polémico producto que se instaló particularmente en la Región Metropolitana.
Un frasco de 18 gramos de la marca más conocida ‘El Tigrito‘ cuesta entre $3 mil y $4 mil. (4 y 5 dólares) Un precio accesible para un producto gelatinoso. Un tabaco masticable que según su publicidad tendría efectos estimulantes y terapeuticos.
Desconocidos a ojos chilenos la comunidad venezolana en el país profundiza las propiedades del Chimó. «Es un producto que utilizaban los ancianos para los dolores de dientes«, expresó una ciudadana venezolana.
En internet hay varios tutoriales que muestran la forma de consumir este procesado de tabaco. Una jalea negra que generaría bienestar aunque dicen los conocedores nunca hay que tragarlo.
COMPONENTES CANCERÍGENOS
Un estudio de la Universidad Central de Venezuela apunta que de los 3000 componentes del Chimó, 28 podrían ser carcinógenos, entre ellos: etil carbamato, ácido nitrosimínico y cumarina.
El mismo informe señala que su consumo excesivo podría generar lesiona bucales, problemas cardiovasculares e incluso cáncer.
«Como su consumo no es fumado, sino que masticable los cánceres que podría provocar son cáncer de boca, lengua, estomago o de garganta«, indicó Marli Bettini, subditrectora CITUC.
Su alto consumo en jóvenes en Venezuela y los evidentes riesgos a la salud derivaron en estrictas medidas de comercialización en ese país. «La ley dispone que no puede ser vendido a menores de edad, no se puede consumir en entes gubernamentales ni en instituciones educativas y todos los distribuidores deben tener un aviso que indique que el producto es potencialmente dañino y que puede generar adicción», expresó Mariel Lozada, periodista venezolana.
VENTA FÁCIL EN INTERNET
El Chimó se vende de manera masiva y fácilmente en redes sociales. Hay diversas marcas y tamaños. Un acceso sin complicaciones para conseguir lo que contrasta con el peligro que significaría si fuese consumido por niños, niñas o adolescentes.
De momento las autoridades sanitarias no han levantado una alerta por el Chimó, tampoco existen registros sanitarios por un producto que se vende tanto por ser estimulante como por sus supuestas facultades terapéuticas.
«Este tipo de productos tienen que tener un registro sanitario para asegurar la calidad, seguridad y eficacia de los productos que se ofrecen», manifestó Sergio Muñoz, jefe del control de comercialización ISP.
Es parte de la discusión por un producto que llegó en silencio y que cada día gana más espacio pese a los riesgos para la salud. El Chimó suma lentamente adeptos en el país.
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