Una comunidad de indígenas Misak derribaron este miércoles una estatua del conquistador español Sebastián de Belalcázar en Popayán, capital del convulso departamento colombiano del Cauca (suroeste).
«De Belalcázar fue un genocida que masacró a los pueblos que conquistó», afirmó la presidenta del Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais), Martha Peralta, en Twitter.
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Para derribar la estatua ataron cuerdas a la escultura ecuestre.
«Es su forma de reinvidicar la memoria de ancestros asesinados y esclavizados por las élites. En señal de protesta por la crisis», añadió Peralta.
El Movimiento de Autoridades Indígenas del Suroccidente Colombiano (AISO) argumentó que De Belalcázar cometió delitos como acaparamiento de tierras.
Cabe destacar que lo ocurrido en Popayán recuerda a lo sucedido en los últimos meses en EE UU, donde tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco, manifestantes derrumbaron un sinnúmero de estatuas.
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