En vísperas de la boda, una pareja fue intoxicada tras recibir una canasta de dulces envenenados en Jaíba, Minas Gerais, Brasil. El perro de la familia también murió luego de ingerir los chocolates con una sustancia que aún está siendo analizada por la Policía Civil.
Según los investigadores, la trampa fue diseñada por una exnovia del novio que no aceptó la nueva relación. La mujer de 39 años fue detenida el viernes 24 de septiembre.
La fiesta de bodas de Dione Quirino, de 35 años y Amanda de Cássia Lopes de 27, estaba programada para el sábado 25 de septiembre. Días antes un taxista en un carro plateado dejó un paquete para la novia y en esa caja había vasos y bombones, adornados como regalo.
La pareja y la familia consumieron los bombones y le dieron pedazos al perro de la casa. El animal cayó al suelo agitándose y luego murió. Inmediatamente, todos sintieron una incomodidad también, comentó el jefe de policía, Marconi Vieira Rocha.
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Luego de escuchar los testimonios de las víctimas y otros familiares, pronto señalaron como sospechosa a la expareja del novio, quien no aceptó el fin de la relación y mucho menos la nueva unión.
“Ella se fue a otra ciudad, a unos 35 kilómetros de Jaíba, y desde allí entregó el paquete a un mototaxi, quien se lo entregó a un taxista y se lo entregó a las víctimas”, informó Marconi.
Además de la detención, la Policía Civil llevó a cabo una orden de allanamiento e incautación en la casa de la mujer que presuntamente envió los dulces envenenados. Allí, los investigadores encontraron una bolsa que se utilizó en la entrega.
Por otra parte, también fueron envenenadas la madre, la cuñada y la sobrina pequeña de la novia. Los cuatro adultos están hospitalizados en el Hospital Municipal de Jaíba con neumonía y la niña se encuentra en una unidad de pediatría en Janaúba.
La Policía Militar informó que, al asistir a las víctimas, los auxilios indicaron que presentaban “un síndrome colinérgico severo tras intoxicación, condición caracterizada por cambios en el estado mental y debilidad muscular”.
El peritaje investiga qué sustancia se insertó en los dulces y el cuerpo del perro será analizado en el Instituto Médico Legal.
Con información de: La Vanguardia
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