La pediatra e infectóloga Tatiana Drummond explicó qué es y qué sÃntomas genera la fiebre tifoidea. Se transmite a través de consumo de alimentos y el agua contaminados o el contacto estrecho con una persona infectada.
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Dice que algunos de los signos y sÃntomas generalmente comprenden los siguientes:
- Fiebre alta
- Dolor de cabeza
- Dolor estomacal
- Estreñimiento o diarrea
La mayorÃa de las personas que tienen fiebre tifoidea se sienten mejor unos dÃas después de comenzar el tratamiento con antibióticos, pero una pequeña cantidad puede morir por complicaciones
SÃntomas
Los signos y sÃntomas probablemente se manifiesten gradualmente; por lo general, aparecen de una a tres semanas después de la exposición a la enfermedad. Enfermedad aguda: Los signos y sÃntomas incluyen los siguientes:
- Fiebre que comienza baja, va aumentando a diario y puede llegar a los 40,5 °C
- Dolor de cabeza
- Debilidad y fatiga
- Dolores musculares
- Sudoración
- Tos seca
- Pérdida de apetito y pérdida de peso
- Dolor estomacal
- Diarrea o estreñimiento
- Erupción
- Hinchazón pronunciada de estómago.
A partir de segunda semana sin tratamiento, es posible que ocurra delirio, presentar estado tifoideo ( quedar inmóvil exhausto). En algunas personas, los signos y sÃntomas pueden volver a aparecer hasta dos semanas después de que haya disminuido la fiebre.
Complicaciones
Las complicaciones más graves de la fiebre tifoidea son el sangrado o las perforaciones intestinales. Por lo general, se presentan en la tercera semana de la enfermedad. En esta situación, se produce un orificio en el intestino delgado o en el intestino grueso.
El contenido intestinal pasa al estómago y puede provocar un intenso dolor estomacal, náuseas, vómitos e infección en el torrente sanguÃneo (septicemia). Esta complicación que puede poner en riesgo la vida requiere atención médica inmediata.
Con tratamiento con antibióticos de forma inmediata se logra recuperar de la fiebre tifoidea. Sin tratamiento, algunas personas pueden no sobrevivir a las complicaciones de esta enfermedad.
Prevención
Lávate las manos. Lavarse las manos de manera frecuente con agua caliente y jabón es la mejor manera de controlar la infección. Lávate las manos antes de comer o de preparar los alimentos
Vacunas
Existen dos tipos de vacunas contra la fiebre tifoidea que reducen hasta, aproximadamente, un 80% la probabilidad de tener la enfermedad. Una de ellas, es una vacuna viva atenuada de administración oral, y la otra es una vacuna inactivada inyectable.
Están recomendadas para los viajeros que se desplazan a zonas endémicas o de riesgo. Es importante tener en cuenta que la protección generada por la vacuna no perdura a largo plazo, por lo que puede ser necesaria la revacunación cada tres años si se continúa estando expuesto a la enfermedad.
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