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Iglesia católica comenzó campaña contra la trata de personas

A través de Cáritas, y por iniciativa del papa Francisco, la Arquidiócesis de Valencia inició una campaña contra de la trata de personas en todo el país.

La campaña tiene como lema “La trata es una herida en el cuerpo de la humanidad”, que corresponde a la posición que sobre el tema asumió el Sumo Pontífice, quien además considera la trata como un atroz flagelo y una plaga aberrante.

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El padre Carlos Torreiro, director de Cáritas Valencia, hizo el anuncio sobre la actividad, acompañado por el padre Miguel Romero, director de comunicaciones de la arquidiócesis.

De acuerdo a lo indicado por el sacerdote, la trata de personas se ubica en el tercer lugar de los negocios ilícitos que dan mayores ganancias, después del tráfico de drogas y la venta de armas.

Se estima que produce unos 32 millones de dólares al año. Es un crimen de lesa humanidad que viola los derechos humanos, victimizando a unos 50 millones de personas en el mundo.

El padre comentó que en Venezuela no hay estadísticas sobre este tema. Y citó que la Ong venezolana Mullier aseguró en marzo de 2023, que el año anterior fueron rescatadas mil 390 venezolanas. Asumiendo la premisa de que por cada rescatada hay 20 ocultas, se estaría hablando de casi 28 mil víctimas.

Torreiro recordó que la trata no sería un negocio lucrativo, si no hubiera quien demandara seres humanos para sus fines perversos.

El religioso subrayó que la trata y el tráfico de personas son delitos de los cuales se tiene poca información, porque los criminales han ido penetrando en todas las instancias, y se aseguran de que la gente no se entere.

Refirió que las personas que están en mayor riesgo de ser víctimas de este tipo de delitos son las pesimistas y desesperanzadas; las personas solas o alejadas de sus familiares; mujeres adultas, niñas o adolescentes; personas sin instrucción; con discapacidad o con enfermedad de difícil tratamiento; y sobrevivientes de violencia basada en género.

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También incluyó a migrantes desplazados de sus comunidades; adultos mayores a cargo de otros miembros de familia; niños o adolescentes no acompañados; y personas con orientación o identidad sexual diversa.

Por todo esto la iglesia intensificará su trabajo sobre los valores, el rescate de la familia, resaltando la dignidad y el respeto.

Con información El Carabobeño

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