Un nuevo estudio realizado por ZipHealth, un servicio médico y de prescripción en línea, ha revelado que las personas que escuchan música durante las relaciones sexuales tienden a estar más satisfechas con su vida sexual y practican sexo con mayor frecuencia en comparación con quienes no lo hacen.
El estudio recopiló datos de más de 1.000 personas sobre sus hábitos sexuales y preferencias musicales. De los encuestados, el 47% afirmaron que escuchan música regularmente durante las relaciones sexuales. Además, el 68% de estas personas mencionaron que la música les ayuda a reducir la ansiedad relacionada con el rendimiento sexual, mientras que el 63% reportaron que la música aumenta significativamente la duración de las relaciones.
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En términos de rendimiento, el estudio reveló que quienes escuchan hip-hop o rap durante el sexo tienen la mayor duración promedio (31,5 minutos), mientras que quienes prefieren la música EDM tienen la menor duración promedio (27,2 minutos).
ZipHealth también analizó las listas de reproducción de Spotify, examinando 11.267 canciones en 148 listas de reproducción que incluían términos como ‘sexo’, ‘tener sexo’, ‘hacer el amor’, ‘freaky’, ‘BDSM’ y ‘sexo sin protección’. Descubrieron que la música pop es el género más popular en el dormitorio, seguido del hip-hop y rap, y luego el soul. Además, muchos encuestados mencionaron que suelen escuchar a The Weeknd para ponerse de humor.
En cuanto a las canciones más populares en las listas de reproducción sexuales, «Super Freaky Girl» de Nicki Minaj se destaca como la favorita. Estos hallazgos proporcionan una visión interesante sobre cómo la música puede influir en la satisfacción y la duración de las relaciones sexuales.
El término Sexting consiste en mantener conversaciones eróticas y el envío de contenido íntimo, a través de un dispositivo, como el celular o la computadora, que genera placer. Mediante el envío de fotos, videos, audios, mensajes de texto, emojis y videollamadas, ambas personas logran tener placer. Al igual que el sexo tradicional, esta práctica debe ser acordada por ambas partes, ya que muchas veces puede terminar con la difusión de imágenes sin el consentimiento de la otra persona.
Si bien esta práctica comenzó a principios de los 2000, la pandemia de coronavirus popularizó aún más este término. Para evitar la filtración de contenido íntimo durante el sexo virtual, y hacerlo de forma segura debemos tener en cuenta ciertos aspectos. No obstante, presionar a alguien para que envíe este tipo de contenido, sin consentimiento previo de la otra persona, es acoso sexual.
Lo primero a tener en cuenta para evitar que el contenido íntimo se viralice en la web, es el sistema de seguridad del teléfono. Siempre es recomendable tenerlo bloqueado y si es posible encriptarlo para que sea más difícil acceder a la información que contenga. Muchos usuarios suelen también agregar contraseñas a las galerías de todos, esto permitirá restringir el acceso al contenido más íntimo del móvil.
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En el caso de que tengas un teléfono Android, lo recomendable es desactivar la acción de copia automática de la galería a Google Fotos. Aunque este servicio es muy práctico, el almacenamiento en la nube puede hacer que el contenido íntimo que hayas compartido sea accesible para intercambiarlo. Las plataformas de mensajería instantánea como Whatsapp y Telegram, cuentan con una acción que destruye los mensajes después de un límite de tiempo. Al activarla, esto permitirá mayor seguridad durante el sexting, y que puedas entregarte por completo al placer. Tené en cuenta que muchas redes sociales, tienen una acción que impide tomar capturas de pantalla cuando está activada la función que permite ver los mensajes sólo una vez.
Al igual que el sexo express o casual, el sexting puede hacerse con una persona que no conozcas. Muchos usuarios suelen prestar atención al contenido que comparten, sin mostrar ciertas partes del cuerpo que podrían identificarte, como así también sacándose fotos en paredes neutras.
Por último, es muy importante saber que nadie te obliga a tener sexo virtual. Si no te da confianza, no accedas. Si no hay consentimiento, que no haya nada. La otra persona también debe cuidarte, ya que en internet muchas personas fingen ser alguien que en realidad no lo son. En el caso de que te sientas amenazada, sabes que podés denunciarlo ante las autoridades de tu país.
Con información Marie Claire
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