Un fenómeno tiene en alerta a los astrónomos de todo el mundo y se debe a una extraña señal que se registra exactamente cada 157 días y que llega desde el espacio profundo.
Se trata de un contacto que arriba a la Tierra desde otra galaxia y son ráfagas de radio rápidas, emisiones que los expertos han estado capturando desde hace años, pero sin saber exactamente desde donde se generan.
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Este tipo de señales son difíciles de seguir en su trayectoria, ya que son destellos de luz que apenas duran unos milisegundos, pero que desatan en este tiempo tanta energía como nuestro Sol.
Según indicaron los astrónomos, la primera vez que se detectó una FRB fue en 2007 y desde entonces más de 100 han sido descubiertas, pero su origen sigue siendo un misterio
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