El Gobierno del dictador Nicolás Maduro no puede revertir los niveles de pobreza en Venezuela, ya que no tiene la capacidad para invertir unos 5000 millones de dólares anuales (en transferencias directas) para ayudar a los venezolanos, dijo el sociólogo Luis Pedro España, investigador de la Universidad Católica Andrés Bello, uno de los centros universitarios involucrados juntos a las públicas Central de Venezuela (UCV) y Simón Bolívar (USB).
La pobreza en Venezuela superó a Haití y está a niveles de África, según las conclusiones reveladas esta semana por la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida en ese país (Encovi) realizada con datos de 2019-2020 y con entrevistas a 9932 hogares por la llegada del coronavirus en marzo.
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«El Estado es profundamente pobre para poder emprender este programa y relanzar la economía y mientras no podamos ingresar al sistema financiero internacional vamos a estar sumidos en la precariedad», agregó el investigador, quien además explicó que Nicolás Maduro no puede revertir los niveles de pobreza de Venezuela.
El 96% de la población de Venezuela es pobre; 79% está en pobreza extrema, o sea no alcanza el salario mínimo para cubrir la canasta básica de alimentos; 54%, pobreza reciente; 68%, pobreza de consumo (su alimentación está por debajo de 2000 calorías diarias) y 41% está en la pobreza crónica, señaló el estudio.
Venezuela es el país más pobre de América Larina. Fuente: Encovi.
«Venezuela nunca ha tenido niveles de pobreza como los que vemos, ni en el siglo XX ni en el siglo XXI, por eso nos tenemos que salir del contexto latinoamericano y más claramente del suramericano para poner en perspectiva donde estamos», reseñó el sociólogo España.
Después de una década de expansión económica por sus grandes reservas de petróleo, Venezuela es ahora el país más pobre de Sudamérica y el segundo más desigual tras Brasil, lo que ha obligado a unos cinco millones de personas a emigrar de esa nación a otras regiones y ha provocado uno de los exilios más grandes en el continente en los últimos años.
Entre las causas de la pobreza en Venezuela están la caída del PIB, la falta de ingresos y el aumento del desempleo en los últimos años. Mientras el Gobierno de Maduro culpa de la crisis económica a las sanciones de Estados Unidos, como hace su homólogo cubano; la oposición venezolana, liderada por el presidente interino Juan Guaidó, critica a la administración del chavismo por la mala gestión en los últimos años.
Desde la llegada de Maduro al poder en 2013 y hasta 2019, el PIB de Venezuela cayó un 70% y el país pasó de la bonanza petrolera a no tener «riqueza que repartir ni bienestar que disfrutar (…) aumenta la pobreza. Todos somos pobres desde el punto de vista de las entradas, pero no todos tenemos el mismo tipo de pobreza», señaló el líder de la encuesta.
Venezuela es el segundo país más pobre del mundo, solo por detrás de Nigeria y seguido por otros países africanos como Chad, Congo y Zimbabue. El país empeoró en varias variables como inestabilidad política, el Producto Interior Bruto (PIB) y pobreza extrema, señala la encuesta Encovi. En el listado están por detrás también Yemen, Haití, Sudán, Camerún, Guatemala, Colombia y Bolivia, como se puede ver en el gráfico elaborado por los investigadores.
En cuanto a la alimentación, tanto ricos como pobres en Venezuela, consumen menos de los 51 gramos al día recomendados de proteína, solo el 32% de los venezolanos llega a esa meta, si bien los que tienen mayores ingresos consumen cinco veces más carne que los pobres. La desnutrición infantil también es del 30% entre los menores de cinco años, unos 639 000 niños están con desnutrición crónica o talla baja, apunta la corresponsal del diario español El País en Caracas.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida en Venezuela revelan que los problemas con servicios básicos como agua, electricidad y otros, también afectan el bienestar de los ciudadanos.
Justamente esta misma semana 81 vehículos de lujo con destino a Venezuela fueron confiscados en Florida, Estados Unidos. El lote está valorado en unos 3.2 millones de dólares y «tienen elementos que distinguen su uso oficial, ya sea para la policía o servicio de inteligencia», apuntó John Tobón, jefe adjunto de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Miami.
Con información de Cibercuba
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