Aguas por doquier, pueblos inundados, cosechas perdidas: pueblos en el sur del Lago de Maracaibo, una región agropecuaria de Venezuela, sobreviven a devastadoras inundaciones tras las fuertes lluvias por la crecida de un río que la cruza.
El muro de contención que rodea al río Zulia, en este estado homónimo fronterizo con Colombia, cedió la semana pasada y ocasionó daños en varios municipios del sur del Lago, afectando a más de 20.000 personas. El nivel del agua llega a la mitad del muro de las casas y las vías parecen riachuelos en poblaciones como Catatumbo y La Fortuna.
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“Allá, en mi casa, primeramente, perdí el colchón, perdí lavadora, toda mi ropa, todo, todo; no nos dio chance de sacar nada”, cuenta a la AFP Minerva Muñoz, una de las afectadas en La Fortuna, un pueblo muy vulnerable a inundarse en época de lluvia.
La mujer vive ahora en una casa prestada. Ya ha pasado por otras tres que se perdieron en inundaciones y dice “aferrarse a Dios” para conseguir un “hogar seguro”.
La época de lluvias se adelantó un poco este año, y ha azotado principalmente a Zulia, donde fotos de ganado con el agua al cuello se hicieron virales; y en menor medida a los estados andinos Táchira, Mérida y Trujillo, y la capital Caracas.
El presidente Nicolás Maduro decretó estado de emergencia y ordenó la activación de un fondo de atención para los afectados por 10 millones de bolívares (poco más 2 millones de dólares), que será “renovable”.
“Muy grave”
“A nosotros siempre se nos mete el agua para esta fecha, en esta temporada, recuerda William Pulido, habitante de otra comunidad afectada, Puerto La Dificultad, que precisamente enfrenta inconvenientes desde el pasado 24 de abril, cuando comenzaron las lluvias.
Pulido, comerciante en la zona, cuenta que intentó buscar, sin éxito, ayuda con medianas empresas y habitantes de la zona para construir desagües y caños que ayudaran a fluir el agua.
“Yo quise resolver esto antes de lo que estaba previsto, porque esto se veía, que el mes de mayo venía de lluvia”, asegura entre lamentos por las casas y muebles perdidos.
Pero la situación va más allá de viviendas destruidas. Más de 25.000 hectáreas productoras de carne, leche y plátano están inundadas, según las autoridades.
La Sociedad de Ingenieros Agrónomos califica de “muy grave lo que está pasando” y se muestra preocupada por los pronósticos de un incremento de 300 % de las lluvias.
“El sur del Lago de Maracaibo es la región más productiva de carne, leche, queso, plátano, lechosa, yuca (…) 20 % de la ganadería del país es de esa zona”, según una nota de prensa.
“Como el pescado”
No hay un cálculo de a cuánto ascienden las pérdidas. La gobernación de Zulia, en manos de la oposición, informó que recibió una partida especial de 1,3 millones de bolívares (unos 295.000 dólares) por parte del gobierno central para atender la situación, calificada ya en “alerta máxima”.
“Andamos trabajando en cada punto, colocando máquinas, haciendo trabajo de canales, trabajo de reforzamiento de muro, construcción de muros y estamos atendiendo a la gente con operativos médico-asistenciales (…) estamos distribuyendo alimentos de atención personalizada”, explica a la AFP el gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales.
“A mediano y largo plazo, tenemos que hacer los trabajos hidráulicos, dragar los ríos”, añade.
Pero algunas familias están resignadas tras años de inundaciones. “Ya nos acostumbramos a las aguas, estamos como el pescado, acostumbrados a estar en el agua”, dice Alfonso Vargas, un anciano que observa las filtraciones y grietas que ha acumulado su casa a lo largo de 10 años.
Vargas vive junto a su esposa en las cercanías de una corriente que crece y anega al sector Casa de Tablas. Su situación es la misma desde que el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) visitó la comunidad, también por inundaciones, en 2005.
“Alzar las camas en bloques o colgar hamacas para poder dormir” es ya costumbre para esta pareja de abuelos.
Con información de Diario La Nación
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