Dirigentes sociales realizaron una visita a sectores de Petare como San Blas y La Toma, donde encontraron que sus habitantes viven en situación de pobreza extrema
Petare, ubicado en el municipio Sucre del estado Miranda, es considerado el barrio más grande de América Latina y gran parte de sus habitantes vive en situación de pobreza y pobreza extrema, en viviendas tan precarias y condiciones de servicios tan rudimentarios que, en pleno siglo XXI, aún tienen que usar letrinas.
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“Aquí nunca llegó la llamada Misión Vivienda, familias enteras viven en condiciones inhumanas, sin contar los niños en grave estado de desnutrición. Héctor Rodríguez con su Gobernación de Miranda y el alcalde de Sucre José Vicente Rangel brillan por su ausencia”, indicó.
De Nigris aseguró que por lo menos un 20% de las viviendas en dichos barrios de Petare son construidas con paredes de madera y techos de plástico. “No tienen baños aptos sino varias casas tienen que usar una letrina comunitaria, muy al estilo de la época colonial, esto se repite en otro sector como la parte de atrás de Palo Verde donde además de la problemática de viviendas los niños presentan desnutrición avanzada”
.
El dirigente social enfatizó que la Misión Vivienda no se ha hecho presente en estas zonas de Petare, lo que “pone en entredicho” la veracidad sobre las millones de viviendas que anuncia la Misión.
“Imaginen los niveles de insalubridad en estos sectores cuando una comunidad entera va hacer sus necesidades fisiológicas en una letrina, pensamos que esto ya no se veía en Venezuela pero allí esta y en plena ciudad. Debemos rechazar y denunciar esa realidad dado que estamos en pleno siglo XXI”, dijo.
“Allí deberían ser construidas unas edificaciones de la Misión Vivienda, porque ellos también son hermanos venezolanos, nosotros llevamos centenares de tapabocas, una jornada de recreación como una medida de apoyo de la sociedad civil pero no es suficiente. El Estado debe asumir su responsabilidad ante miles de venezolanos en riesgo”.
Por su parte Rosaura Rivas, vecina del barrio La Toma, acusó al alcalde de Sucre José Vicente Rangel de tener abandonada la comunidad, donde las condiciones de las casas son infrahumanas y buena parte no reciben la bolsa de comida. “Les pedimos que nos ayuden con zinc, pocetas y materiales de construcción para incluso nosotros mismo arreglar nuestras viviendas, vivimos de forma muy precaria sin ningún tipo de asistencia estatal”.
Con información de Impacto Venezuela
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