La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió el incremento en los casos de malaria, a pesar de los avances educativos y la distribución de insecticidas en todo el mundo.
El Informe sobre la malaria de la organización, publicado en su página web, señala que en 2022 se estimaron alrededor de 249 millones de casos de malaria. La cifra supera por 16 millones los casos del 2019, año en el que se documentaron 233 millones. Las autoridades temen un incremento bastante alarmante en los próximos años.
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En comparación con el 2021, el 2022 registró cinco millones más de casos, siendo Pakistán el que tuvo una mayor tasa de incremento con 2,6 millones, frente a los 500 mil de 2021. Seguidamente, están Etiopía, Nigeria, Papúa Nueva Guinea y Uganda.
Son 11 los países que soportan la «mayor carga” de malaria del mundo. Las tasas de infección y muertes se han estabilizado luego de un aumento inicial durante el primer año de la pandemia. Estos países documentaron aproximadamente 167 millones de casos y 426 mil muertes en 2022.
Cambio climático
“El cambio climático es una de las muchas amenazas a la respuesta global a la malaria. Millones de personas siguen sin recibir los servicios que necesitan para prevenir, detectar y tratar la enfermedad. Los conflictos y las crisis humanitarias, las limitaciones de recursos y los desafíos biológicos, como la resistencia a los medicamentos y a los insecticidas, también siguen obstaculizando el progreso”, suscribe el informe.
La respuesta mundial a la enfermedad ha enfrentado “crecientes amenazas”, como la resistencia a los medicamentos y a los insecticidas, crisis humanitarias, limitaciones de recursos y retrasos en la implementación de programas.
Con respecto al alto impacto del cambio climático, el informe señala que los cambios de temperatura, humedad y precipitaciones pueden influir en el comportamiento y la supervivencia del mosquito Anopheles , portador de la malaria. Los fenómenos meteorológicos extremos también pueden “afectar” directamente la transmisión y la carga de enfermedades.
“El clima cambiante plantea un riesgo sustancial para el progreso contra la malaria, particularmente en las regiones vulnerables. Ahora más que nunca se necesitan respuestas sostenibles y resilientes a la malaria, junto con acciones urgentes para frenar el ritmo del calentamiento global y reducir sus efectos”, afirmó Tedros Adhanom, director general de la OMS.
Tedros espera que la variabilidad climática tenga efectos indirectos en las tendencias de malaria, debido al acceso reducido a servicios esenciales contra la malaria y de interrupciones en la cadena de suministro de mosquiteros, medicamentos y vacunas tratados con insecticidas.
Reducción de la malaria grave
El informe documenta la reducción sustancial de la malaria grave, con una caída de 13 % en las muertes en la primera infancia. La misma se suma a los avances que lleva a cabo la OMS en áreas donde se han implementado mecanismos de prevención.
“En octubre de 2023, la OMS recomendó una segunda vacuna contra la malaria segura y eficaz, la R21/Matrix-M. Se espera que la disponibilidad de dos vacunas contra la malaria aumente el suministro y haga posible su implementación a gran escala en toda África”.
Con información El Cooperante
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