Un grupo de repartidores, en la mayoría venezolanos, se organizaron para llevar almuerzos y agua a sobrevivientes de los incendios en Chile; bajo el nombre «Operación te quiero Chile».
Y es que la sonrisa, el buen gesto y el cariño se devuelve, así lo hizo un escuadrón en moto que irrumpió los suburbios de Viña del Mar, dominados por voraces incendios, en un gesto de solidaridad.
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Se hacen llamar una fuerza de «apoyo humanitario». «Acá estamos ayudando«, dijo Jeraldin Rincón, una estudiante de enfermería, madre de un adolescente de 16 años, que emigró en 2017 a Chile, a la agencia AFP.
Agrupados en una fundación que apoya al motociclista denominada Defensa Motorizada, se puede ver en un video en las redes sociales al grupo de repartidores venezolanos con mochilas cargadas de provisiones, principalmente agua y comida, para los afectados por los incendios.
«A lo mejor no tenemos plata, pero hacemos lo que podemos, lo que está a nuestro alcance, trayendo mucha agua, sobre todo. Hace falta mucha agua en este lugar, se siente mucho el fuego», añadió Rincón, de 34 años.
El viernes 2 de febrero, mientras los incendios avanzaban, Rincón recibió un mensaje urgente de su hijo y rápidamente se movilizó para ayudar. Subió en su moto hasta el sector El Olivar, uno de los poblados más castigados por los incendios forestales que dejan más de 100 muertos en la región de Valparaíso, en cuya jurisdicción está Viña del Mar.
Desde entonces, junto con otros migrantes, la venezolana ha estado coordinando esfuerzos para recolectar y distribuir suministros a los afectados. «Tenemos un centro de acopio improvisado» en un local de repuestos para motos. «Otra chica hizo 50 almuerzos para repartir. Así, poco a poco fuimos conectando incluso con gente que no conocemos», indicó a la agencia francesa.
«Queremos agradecerle a las personas que vinieron en moto, que son los delivery, que normalmente son venezolanos, que vinieron en masa a entregar cosas para la gente de acá arriba (..) nos trajeron comida preparada«, dijo una mujer chilena a Telesur el lunes, 5 de febrero.
Operación te quiero Chile vence los estigmas
Bajo el nombre Operación te quiero Chile, los repartidores venezolanos también han movilizado a las víctimas de los cerros. En sus motos han podido llegar hasta donde el fuego lo permitió por las estrechas y empinadas calles de El Olivar, Villa Independencia o Quilpué, varios de los puntos más afectados por los incendios.
«Nosotros estábamos abajo y había personas que venían por la calle desesperadas. Una señora que me pidió que la subiera (al cerro) porque su casa se estaba quemando (…) Ese fue el primer apoyo que dimos: subir a las personas que venían desesperadas«, expresó Jean Piero Muñoz, de 38 años.
Asimismo, los migrantes venezolanos se han organizado para llevar almuerzos y agua a las brigadas de bomberos y rescatistas voluntarios, a pesar de que en varias partes han recibido insultos y hasta amenazas. Son personas que se han hecho eco de una serie de audios y videos virales con teorías conspirativas, que vinculan a personas de esta nacionalidad con el origen del desastre forestal.
Conmovido por el gesto de los repartidores venezolanos, Sebastián Jiménez, de la Municipalidad de Quilpué, encargado del centro de acopio, los recibió con emoción y cuestionó la actitud de sus compatriotas.
«Yo sé y soy consciente del estigma que la gente de su nación tiene en mi país, pero el hecho de que estén aquí para ayudar, reafirma sus valores (…) El máximo agradecimiento por la solidaridad que están mostrando”, manifestó en un video recogido por Crónicas de Chile.
Los repartidores forman parte de la comunidad de más de 530.000 venezolanos que han llegado a Chile en los últimos 10 años, según cifras del Servicio Nacional de Migración. Unos 30.000 de ellos trabajan como repartidores de empresas que funcionan por aplicaciones móviles, reveló un estudio de la universidad Diego Portales.
Con información El Pitazo
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