La economista venezolana Tamara Herrera aseguró que la brecha cambiaria que se registra en Venezuela, del 16 % desde la última intervención cambiaria, genera un aumento en los costos de la cadena de producción de los diferentes sectores.
La directora de la firma de Síntesis Financiera señaló que la venta a la tasa oficial y la cancelación de acuerdos o renovación de inventarios en tasa paralela genera una pérdida en los negocios, lo que los obliga a trasladar ese aumento de manera “gradual” a los productos.
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Resaltó que el incremento representa un “elemento recesivo” debido a que las compañías no pueden expandirse, lo cual provoca la desaceleración de la actividad económica y, de prolongarse, un problema en la empleabilidad.
La brecha “genera inflación en dólares y también en bolívares. Obviamente, se perjudica al consumidor y a toda la cadena de producción. Es una distorsión que, a lo mejor, el Gobierno prefiere esa inflación a la que se generaría si ellos permitieran que el dólar oficial aumentara de precio y no se distanciara tanto”, dijo a Radio Fe y Alegría Noticias.
La economista puntualizó que el aumento de la inflación refleja la pérdida del poder adquisitivo de todos los venezolanos, “en distintos grados, según la intensidad de esa inflación, y eso es un deterioro para el país”.
Causas de la brecha cambiaria en el país
De acuerdo a Herrera, la brecha se presenta debido a que la capacidad del Banco Central de Venezuela (BCV) para asumir la demanda es “insuficiente”; esto como resultado de la decisión de la entidad bancaria de mantener “prácticamente congelado” el tipo de cambio oficial para evitar que se presenten variaciones en el precio, incentiva la solicitud de divisas en el país.
La especialista señaló que la diferencia cambiaria “no está siendo cabalmente satisfecha” con las intervenciones que hace el BCV, provocando un desequilibrio entre la oferta y la demanda. Además, precisó que su ampliación acicatea la exigencia de divisas, creando un “círculo vicioso muy perjudicial”.
Asimismo, acotó que la “política de congelamiento” puede tener un fuerte impacto en el momento en el que resulte “insostenible”. Herrera manifestó que en el último trimestre del año el gasto público aumenta y eso podría impulsar las demandas de divisas y un “agotamiento” de inventarios. “A lo mejor, el Banco está dosificando para ese momento más fuerte de octubre y noviembre, donde se va a demandar mucha más divisa”.
Con información de Radio Fe y Alegría Noticias.
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