Las frutas no sólo cumplen con su cometido alimentario, también sirven para prevenir las enfermedades y, por qué no decirlo, hasta para curarlas. Kiwi y naranja son dos buenísimos ejemplos.
Desde hace unos años el kiwi se ha hecho de una excelente fama, basada fundamentalmente en su alto contenido de vitamina C. Sin embargo, posee muchas otras propiedades que usted puede aprovechar para una alimentación completa y equilibrada.
Para empezar, téngalo en cuenta mientras realiza una dieta, ya que sólo tienen 47 calorías por cada 100 g. Además, por su alto contenido de vitamina C – cada fruto equivale a dos naranjas y cinco limones-, es indicado para las personas que sufren fatiga.
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Actúa como tonificante y equilibrador del sistema nervioso, debido a que es la fruta fresca que posee mayor cantidad de magnesio, calcio, fósforo y hierro, entre otros minerales. Las personas que sufren hipertensión deben consumirlo todos los días, ya que en él encontrarán un alimento rico en potasio y libre de sodio y grasas.
En los tratamientos de belleza, el kiwi resulta ideal como antiarrugas, porque aportan una dosis importante de vitamina E y contiene vitamina P, una sustancia necesaria para el funcionamiento adecuado y la absorción de la vitamina C, que actúa como un eficaz regenerador celular. Además, por los elevados niveles de vitamina A que poseen, otra alternativa es emplearlos en tratamientos naturales, como un ingrediente nutritivo e hidratante.
La naranja
Son una opción más que recomendable, ya que contienen vitaminas A, B, B2 y C. Asimismo, proporcionan potasio, calcio, fósforo y están libres de grasas y sodio.
La mejor manera de saber si una naranja es jugosa a la hora de comprar, es sosteniéndola en la mano. Si es demasiado pesada para su tamaño, significa que tiene bastante jugo. Aunque es una fruta que, en la mayoría de los casos, se consume como postre o en jugo, le damos algunas ideas para que la incorpore a su menú.
Salsa de naranjas
Mezcle 1 yogur natural con 6 cucharadas de jugo de naranja, 1 cucharada de jugo de limón, 1 cucharada de mostaza, 1 cucharada de miel, sal, pimienta y 6 cucharadas de crema ácida. Esta preparación es ideal para acompañar ensaladas, verduras cocidas o carnes.
Cascaritas brillantes
Pele 6 naranjas, corte las cáscaras en bastones y cocínelas en agua durante 20 minutos después del primer hervor. Retire y vuelva a cocinar las cáscaras en un recipiente con 100 g. de azúcar, un chorrito de vainilla y agua. Cuando estén transparentes, colóquelas sobre un mármol y espolvoréeles azúcar. Para secarlas, póngalas en el horno a temperatura baja y con la puerta abierta. ¡Listo a degustarlas!
Con información Diario 2001
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