El fuerte sismo de 6,0 grados de magnitud que sacudió Lima y otras zonas de la costa central de Perú la noche del martes causó temor entre la población y algunos daños, pero no víctimas.
El sismo se registró a las 21H54 locales, con epicentro en el mar a 33 km al suroeste de Mala, una localidad costera situada a unos 100 km al sur de Lima, y a 32 km de profundidad, según el Centro Sismológico Nacional, que inicialmente informó de una magnitud de 5,8 grados.
«Es uno de los sismos más fuertes que se hayan sentido en los últimos años en Lima», dijo a la AFP el presidente ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera.
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Casi tres horas después del sismo, el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional dijo que no había víctimas ni daños en la infraestructura, mientras el IGP indicó que se habían registrado dos réplicas de 3,7 grados.
La alcaldesa de Mala, Sonia Ramos, dijo que varias viviendas habían resultado dañadas en esa localidad de 32.000 habitantes, en la que las líneas telefónicas y energía eléctrica estuvieron interrumpidas temporalmente.
«Vamos a necesitar todo el apoyo para brindarle tranquilidad a la población de Mala», declaró Ramos al canal ATV.
Muchos limeños salieron a las calles por el fuerte temblor, observaron periodistas de la AFP, mientras el servicio de Hidrografía de la Marina de Guerra descartó el riesgo de tsunami.
«Fue muy fuerte, ha remecido toda la casa, hemos tenido que salir a la calle», dijo a la AFP Julia Lázaro Rodríguez, de 60 años.
El país en vilo
Sobre la Costa Verde, la costanera de Lima, cayeron algunas rocas desde los acantilados de 80 metros de altura y también hubo deslizamientos menores en algunos de los desérticos cerros de la capital peruana, según medios locales. La municipalidad de Miraflores suspendió el tránsito por esa vía tras la caída de rocas.
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