Desde el pasado mes de marzo, el presidente encargado Juan Guaidó ha advertido al régimen de Nicolás Maduro que si lo llegasen a detener sería «uno de los últimos errores que cometan».
Así lo hizo saber luego que pese a la prohibición de salida del país que pesa en su contra, Guaidó a finales de febrero visitó Colombia, Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador, y desde el extranjero adviritió que si era retenido hay «claras instrucciones» para los aliados internacionales de la oposición y los miembros de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.
Estados Unidos y la Unión Europea han advertido que cualquier medida que ponga en riesgo la libertad del dirigente opositor podría desatar una «respuesta fuerte» y una «gran escalda de tensiones».
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