El fiscal designado por Nicolá Maduro, Tarek William Saab, prometió este domingo “máxima justicia” en el caso de un hombre denunciado por el secuestro de cuatro mujeres por décadas, tres de las cuales le acusan de haberlas sometido a esclavitud sexual.
“Fiscales del Ministerio Público en materia de protección a la mujer han entrevistado a las víctimas y familiares” y el presunto victimario “está detenido”, pero aún no ha sido imputado, dijo Saab a la AFP.
“Habrá máxima justicia en caso de comprobarse la comisión de los hechos”, expresó el funcionario.
Según reportes publicados esta semana por la prensa local, una de las mujeres consiguió escapar el pasado 24 de enero y denunció al hombre, identificado como Mathías Salazar, de 54 años. El arresto se habría efectuado tres días después.
“Estamos en una fase preliminar (de la investigación), en la que vamos a profundizar en las entrevistas” para “llegar a la verdad”, comentó Saab.
El portal de noticias Crónica Uno publicó que la mujer que huyó, a quien identifica simplemente como Morella por razones de seguridad, permaneció cautiva durante 31 años bajo amenaza de muerte en un departamento en la ciudad de Maracay (estado de Aragua, norte), donde era forzada a relaciones sexuales a cambio de agua y alimentos.
Otras tres mujeres, de acuerdo con Crónica Uno, fueron raptadas.
Una, la esposa de Salazar, habría estado privada de libertad por 32 años en la casa materna del denunciado. Otra, por 23, con quien el hombre tuvo una hija, a quien según la web no dejaba “tener amistades ni salir de su casa”, aunque sí tuvo educación formal.
El viernes, el Parlamento exigió que el hombre sea enjuiciado. “No debería gozar de ningún beneficio judicial”, manifestó la diputada Manuela Bolívar, presidenta la Subcomisión de Mujer e Igualdad de Género del Legislativo.
La denuncia recuerda casos como el de Pedro Vallejos en Argentina o Josef Fritzl en Austria.
Vallejos fue detenido en 2009 por la violación de tres hijas durante 15 años de secuestro y de tres de los siete hijos fruto de esos abusos.
Fritzl, a quien llaman “El Monstruo de Amstetten”, fue sentenciado ese mismo año a cárcel de por vida por el asesinato de uno de los siete hijos-nietos que tuvo con su hija, a la que mantuvo cautiva en un sótano entre 1984 y 2008. AFP
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