Nohelia Rojas es una doctora venezolana oriunda de Maracay, egresada de la Universidad de Carabobo y quien hace tres años decidió irse a Uruguay, sin saber que ese país le traería grandes satisfacciones personales y profesionales.
Nohelia conversó con Núcleo Noticias y detalló que durante 35 días estuvo en el crucero Greg Mortimer, un barco internacional con 200 pasajeros que por la cuarentena quedó varado muy cerca de Montevideo.
«Si lo hice y lo requetearía de nuevo», confesó entre risas, pues esta doctora de 30 años aseguró que su vida tiene un antes y un después, gracias a su experiencia en el crucero.
Revela que antes de esa oportunidad, ella estaba planeando prepararse para trabajar en barcos y luego que los dos doctores del crucero dieran positivo al Covid19, en la página de Médico Venezolanos en Uruguay se informó de esa oportunidad y no lo dudó.
Entre los requisitos, se requería a un doctor que hablara inglés, que tuviera disponibilidad de tiempo, disposición, experiencia en emergencias y medicina general. Nohelia cumplía los requerimientos y sin pensarlo se postuló.
«Esta experiencia me dejó un antes y un después, primeramente porque reafirmé y quedé convencida que estudiar medicina es una gran bendición y segundo porque reafirmé una vez más que hay una fuerza divina que te protege», dijo la doctora, quien aclaró que cree en Dios. «Soy de las que piensa que cree y existe, y el mundo debe acercarse al él».
Sobre su experiencia personal asegura que «ahorita es que estoy recuperando la capacidad del habla – dice entre risas- porque hace unos días me preguntaban del momento en que embarqué o desembarqué y me ponía a llorar».
Su estadía en el crucero
La doctora Rojas dice que al llegar el 8 de abril al crucero Greg Mortirmer se consiguió con 200 personas, entre ellos varios contagiados, dos doctores infectados y aislados y otro doctor que junto a ella, atenderían a los afectados.
Este galeno, de nombre Anderson Ortiz, había ingresado cuatro días antes y para su sorpresa se trataba de un médico venezolano. «Yo no lo conocía», añadió.
Recuerda que dos días después de haber llegado al barco, la mitad de las personas fueron desembarcadas y «nosotros nos quedamos con la mitad de los pasajeros», es decir 100 personas, los dos médicos infectados y «un número considerable de contagiados».
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Detalla que los protocolos de bioseguridad le indican que primero debía atender a los pacientes sanos y luego a los contagiados y diariamente, dos veces al día, en la mañana y en la tarde, revisaba los signos vitales de las 100 personas que estaban dentro del crucero.
Sobre su traje especial, nos dice bromeando «era como de astronauta (…) yo que tengo el cabello super largo, estuve todo ese tiempo con el cabello recogido».
Dice además que debía usar lentes, tapabocas, guantes, cubrebotas y todo una indumentaria especial para evitar el contagio.
Bromea al decir que al principio duraban como 10 minutos en colocarse el «traje de astronauta», pero luego no demoraban ni un minuto.
Señala que al bajar del barco, el pasado 13 de mayo, tanto ella como todos los pasajeros, tripulantes y el resto de los galenos, fueron alojados en un hotel para someterse a una cuarentena y aún allí, sigue monitoreando las condiciones de salud de todos los presentes.
Pasajero agradecido
Luego de bajar del crucero Greg Mortimer, un pasajero de nombre Steve, agradeció al gobierno de Uruguay y a los doctores venezolanos por la oportuna intervención, reseñó para ese momento el portal GloboNews.com
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En la misiva, Steve le agradece al canciller uruguayo, Ernesto Talvi, y a la doctora venezolana, por mirarlo con con estas sentidas palabras:
Cuando la increíble doctora subió a bordo ayer (8 de abril), le grité a través de mi máscara que me he enamorado de su país. Ella se arriesgó a caer al mar, a ser aplastada entre los dos barcos mientras se mecían en las aguas embravecidas, pero me miró con humanidad sonriente y emocionada mientras subía a nuestro barco.
Mi esposa y yo volveremos. Anhelo encontrarme con usted Ernesto Talvi y con esa doctora. Mirarlos a los ojos y darles la mano (porque entonces podremos hacerlo) y sinceramente decirles muchas gracias desde el fondo de nuestros corazones.
Exilio de oportunidades
Nohelia Rojas, comenta que en 2017 pasaba por una situación personal en Venezuela que la motivó a alcanzar sus sus sueños y ella quería estudiar diabetología y en Uruguay daban una especialidad.
«Me puse a buscar opciones y Uruguay me abrió las puertas (…) a la semana de haber llegado tenía mi primera semana de clases», contó
Dijo que se fue a ese país sin conocer a nadie, cuando llegó no sabía nada, pero ya todo eso fue superado. Hoy tiene un círculo de amigos y colegas.
«He tenido mis momentos duros y de bajones como todo inmigrante», pero asegura que ya está más estable y tranquila.
¿Regresarías a Venezuela?
Es la pregunta obligada a todo venezolano que emigró y tajantemente respondió: «Sí, totalmente 100%. Todos los días desde que he estado acá y que he tenido la oportunidad de estar fuera, siempre le digo a mis compatriota, mis colegas y mis familiares que todo lo que yo estoy haciendo dentro y fuera de Venezuela es por mi país».
Califica como una «riqueza» toda la experiencia que ha adquirido y que a su juicio «va a enriquecer muchísimo a Venezuela cuando el que decida regresar regrese y el que no siga aportando al país.
«Yo personalmente Nohelia Rojas si regresaría a mi país, Venezuela es y será siendo mi casa, soy de las que piensa que adentro o afuera uno siempre debe dejar en alto al país y debe trabajar por él».
¿Quién es Nohelia Rojas?
Se llama Nohelia Rojas Ruiz, nació en Maracay, estudio medicina en la Universidad de Carabobo, posteriormente hizo un Diplomado en Salud Ocupacional en el Instituto de Altos Estudios Dr. Arnoldo Gabaldon en 2014, en 2016 culminaría el Magister en Nutrición.
Además hizo un Diplomado en Gerencia de Servicios de Salud en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador.
En 2017 tuvo que emigrar, y se fue a Uruguay donde hizo una especialidad en Diabetes en la Universidad Católica. Ahora trabaja en Investigaciones en Nutrición (INVESNUT) del país uruguayo.
En NucleoNoticias estamos orgullosos de esta doctora, no solo por ser maracayera, igual que mi persona, sino que además deja muy en alto el nombre de Venezuela.
Nohelia Rojas demostró que nuestro país tiene talento de exportación.
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