Con apenas 12 años, Iqbal Masih pasó de ser un esclavo a un líder infantil y amenazó a la industria textil con su revolución de libertad para los niños.
Nació en Pakistán en una familia de bajos recursos económicos. Fue vendido a la industria textil a los cuatro años de edad y nueve años después conoció la libertad. Luchó contra el trabajo infantil denigrante. Es ahora ícono del maltrato contra esta población.
Amnistía Internacional reseña que Iqbal Masih tenía cuatro años cuando su padre lo cedió a una fábrica de alfombras de Punjab a cambio de un préstamo para pagar la boda de Aslam, el hijo mayor.
En su cultura, era un hecho habitual que los hijos menores fuesen entregados a cambio de préstamos, para poder cubrir los gastos de boda de los hijos mayores.
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En estos casos, los patronos “compraban” al niño como un préstamo. Ellos recuperaban el dinero prestado, descontando una parte del salario mensual acordado, lo que forzaba a los trabajadores a permanecer en el servicio hasta la restitución total de la deuda.
Fue en estas circunstancias que en 1987, Iqbal empezó a trabajar más de 12 horas diarias haciendo alfombras para devolver el préstamo familiar. Al cabo de cinco años, Iqbal conoció a Ehsan Khan, un luchador contra el trabajo esclavizante.
Iqbal aprendió de Ehsan Khan a no tener miedo de denunciar la situación de los niños tejedores de alfombras. Gracias a esto, a partir de 1993 se convirtió en un líder infantil que denunciaba las condiciones laborales, los horarios y el régimen de esclavitud en el que viven aún los niños trabajadores en algunos telares de alfombras.
Homicidio de Iqbal
Una vez rescatado de la esclavitud, el adolescente demostró una tremenda aptitud para aprender, según Tim Ryan, del Centro de Solidaridad. Pasó por cinco años de currículo escolar en solo tres. La desnutrición y el abuso lo dejaron, a la edad de 12 años, físicamente más pequeño y más frágil que un niño de nueve años.
Su primer viaje fuera de Pakistán lo hizo a Estados Unidos en 1994. Allí recibió un Premio Reebok de Derechos Humanos. «En esa oportunidad vivió su primer viaje en avión, tener una cámara Instamatic, una visita con otros escolares en Boston, y la inimaginable promesa de que algún día podría asistir a una universidad. La Universidad de Brandeis se había comprometido a otorgar una beca de cuatro años a Iqbal cuando terminara sus estudios en Pakistán», escribió Ryan en 1995.
En sus años de activismo recibió diversos reconocimientos, que empleó para la educación y promoción de la infancia esclavizada, oprimida y empobrecida.
Iqbal, con su militancia por la justicia, entró en conflicto con las grandes empresas multinacionales que oprimen y se benefician de la esclavitud de infinidad de niños. El 16 de abril de 1995 fue asesinado a tiros cerca de Lahore. Tenía 12 años de edad y la mafia de las alfombras fue acusada del brutal crimen.
La fecha de su muerte ahora es un recuerdo de lucha: 16 de abril de 1995. En su memoria se instauró el día 16 de abril como Día Mundial contra la Esclavitud Infantil.
Iqbal dejó un legado muy importante tras su homicidio. Se han inaugurado alrededor del mundo múltiples escuelas. Ha inspirado a muchas otras personas sobre la lucha contra el maltrato infantil. Incluso años después de su muerte Iqbal Masih seguía recibiendo premios y condecoraciones por su valentía.
Con información Cecodap
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