Nadie entendía por qué, en los pasillos del Comité Olímpico Venezolano (COV), un dirigente deportivo se paseaba de un lado a otro, hablando solo y en voz alta. «Descarado, eres un descarado, tu única ley es vivir con descaro…», repetía una y otra vez. Quienes lo veían y escuchaban, pensaban que estaba interpretando una de las canciones famosas de Gloria Sabrina Gómez Delgado, mejor conocida como Kiara, su nombre artístico.
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Pero, al acercársele para entablar una conversación con el dirigente, algunos se dieron cuenta de que sus palabras no eran de una canción sino una expresión de frustración y malestar por lo ocurrido en la última asamblea del COV, cuando fue aprobado, por votación dividida, el Informe Económico de la Gestión 2020.
«Eso fue un descaro. No puede entenderse, salvo complicidades de quienes votaron a favor, haber aprobado un informe a pesar del cúmulo de evidencias que señalaban el no registro de ingresos, egresos sin soportes, nepotismo, viáticos millonarios, miserables becas para los atletas y deudas con los entrenadores, por solo citarles algunos casos», señalaba enfáticamente el dirigente deportivo.
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Después de una pequeña pausa, retomó la palabra para continuar con su explicación. Ya en el pasillo se había congregado un mayoritario grupo, conformado por atletas, entrenadores, empleados y secretarias del COV.
«Vean esto», dijo al momento de señalar un documento referido a la estructura organizativa de Punto Olímpico, organismo encargado de la difusión de las actividades realizadas en todos los medios de comunicación.
Directorio
—Editor jefe: Eduardo Álvarez
—Presidente: Esteban Álvarez
—Vicepresidencia: Gilberto Cáceres
—Dirección General: German Jaspe
—Dirección Gráfica: Génesis Álvarez, Nohe Vásquez y la empresa Creatio Arts
—Dirección de Eventos Especiales: Gilberto Caceres
—Consejo de Redacción: Milagros Rodríguez y Yanny Figueroa
—Fotografía: Edixon Gámez y Carlos Puche
—Distribución: Carina Vásquez
En ese documento queda plasmado el mayor descaro del presidente del COV, puesto que en el mismo queda en evidencia su control autoritario y su permanente conducta nepótica. Se autopresenta como jefe máximo de la organización, coloca monárquicamente a su hijo como presidente, a su hija y a su cuñado como directores gráficos, tiene el control de la empresa editora Creatio Arts y cierra con broche de oro monárquico nombrando como jefa de distribución a su cuñada.
«El guiso en su punto», dijo uno de los presentes, afirmación aceptada por todas las demás personas que abarrotaban el pasillo. Acto seguido y como una muestra de solidaridad con el dirigente, todos comenzaron a cantar: «Descarado / eres un descarado /tu única ley es vivir con descaro /descarado/ eres un descarado».
Al disolverse el inesperado encuentro, quedó en el pensamiento de los presentes la necesidad de rescatar los valores de la democracia y la libertad para impulsar el deporte y liberarlo de las garras del totalitarismo, la autocracia, el nepotismo y la corrupción.
El peso de la historia caerá sobre aquellos dirigentes cómplices por omisión, silencio o sumisión frente a los desmanes de los que hoy tienen el control totalitario del sector deportivo.
Jesús Elorza
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