Considerado una de las estrellas mejores pagadas de la industria en el año 2.000 y recordado por protagonizar George De La Jungla y La Momia, Fraser habría estado al borde de la banca rota tras su divorcio ý la manutención de sus hijos, un pago de 900 mil dólares anuales; además de problemas de salud que acarrearon múltiples cirugías en su columna.
Pero lo que lo llevó a tocar fondo y a alejarse de la gran pantalla fue un incidente de abuso sexual en el 2003, que según contó a la revista GQ, lo deprimió por completo.
Después de una comida organizada por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA, por sus siglas en inglés), responsable de los Golden Globes, Fraser iba saliendo del hotel Beverly Hills cuando fue abordado por Philip Berk, un antiguo presidente de la HFPA.
El «saludo» que Berk le dedicó Brendan en su breve encuentro fue un pellizco en el trasero, el cual, de acuerdo con el expresidente de la HFPA, fue sólo una broma. Sin embargo, Fraser reveló que fue mucho más que eso.
«Su mano izquierda se extiende, agarra mi nalga y uno de sus dedos me toca el ano. Y comienza a moverlo. Cuando Berk hizo esto, el pánico inundó a Fraser, quien se sintió como «un niño con un nudo en la garganta».
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Las ganas de llorar y sentirse rebasado por la situación tuvieron cabida durante varios minutos, mismas sensaciones que con el tiempo evolucionaron a una fuerte depresión.
Después de más de 15 años contó lo sucedido y dice trabajar a diario para superarlo.
El actor declaró recientemente que interpretará a un personaje con obesidad mórbida y no está preocupado por su aumento de peso.
En 2020 tuvo pequeñas participaciones en su intento por regresar a Hollywood
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