Opinión

Voto comprado, enemigo a vencer

La compra del voto es una de las pocas certezas que hay en la política venezolana por parte del gobierno revolucionario, en donde el PSUV ha institucionalizado la compra del voto en Venezuela, lo que se ha denunciado siempre como ventajismo de parte oficialista, en donde vemos hoy en día como sus incentivos van desde dinero en efectivo, pago de bonos mediante el carnet de la patria, bolsas de comida, electrodomésticos, hasta motos y vehículos a cambio del voto a favor. Es tanta la cantidad de dinero que disponen, que muchas personas digan que es muy difícil más no imposible ganar una elección al gobierno en Venezuela limpiamente.

Abg. José Antonio Robles

Se puede decir con certeza que esta práctica ilegal es tan antigua como la democracia en sí misma, con lo cual, a lo largo de la historia, los políticos habían practicado el arte de la compra de votos rudimentariamente y en la actualidad se ha perfeccionado y sistematizado, ocurriendo en casi todos los países donde los partidos políticos no consiguen construir un proyecto que convenza a los votantes de que pueden confiar en sus promesas electorales.

Comprar el voto es, por tanto, una práctica que aún existe y creemos que siempre existirá en un sistema democrático tal cual la como la conocemos; aunque también es verdad que no garantiza ipso facto la victoria y, aún más, pudiera suceder que el elector “estafe” al político amparándose en el secreto del voto. Esto, sin embargo, no impide que los políticos puedan ofrecer algo en concreto a los electores en específico con el fin de obtener sus votos y esperar razonablemente que ello se cumpla.

A medida que el tiempo pasa, la compra de votos puede convertirse en un fenómeno difícil de eliminar. Los ciudadanos, sobre todo los más pobres y los más marginados, pueden llegar a pensar que el pago de dinero en efectivo o beneficios antes de las elecciones es lo único que consiguen de un gobierno ineficiente y corrupto. Puede que lleguen a depender de ello. El resultado es que se produce un círculo vicioso. Paradójicamente, aquellos que más sufren de la corrupción se convierten en los que tienen menos probabilidades de oponerse a ella y demandar cambios.

El verdadero valor del voto
Es posible que, para los partidos políticos los votos tengan un valor de acuerdo al nivel de poder que obtengan y de la cantidad de recursos que podrán administrar en su gestión o periodo. También es posible que para algunos líderes políticos los votos puedan valer el éxito o el fracaso de sus carreras políticas.

Siempre hay que pensar que el derecho a votar es algo muy valioso que nos hemos ganado con mucha lucha y sacrificio a lo largo de la historia, que hay que ejercerlo con convicción y responsabilidad, al igual que el resto de los derechos y obligaciones que tenemos como ciudadanos. Y la peor forma de no valorarnos como personas y de despreciar a nuestra sociedad y a nuestra nación, es no ejerciendo el derecho que tenemos a votar.

Por el simple hecho de ser seres humanos somos valiosos, por lo tanto, no podemos expresar que existen medidas para cuantificar el valor de un voto, de cientos, de miles o de millones, pero a pesar de esto muchas personas todavía no comprenden el verdadero valor del voto.

No caigamos en el común error de decir que los votos valen porque pueden decidir qué candidato obtenga el poder; los votos valen porque los emiten las personas con virtudes y defectos que a través de sus actos, de los cotidianos y no de uno cada cuatro o seis años, exijamos tener servicios públicos continuos de calidad, una economía estable, un país sin escases ni colas, con educación, con internet y libertad de prensa e información; sin expropiaciones y libre emprendimiento, progreso compartido, desarrollo integral, alegría y sobre todo paz y democracia.

El proceso histórico y coyuntural por el cual pasa Venezuela hace que las elecciones regionales y municipales del #21deNoviembre, tienen la posibilidad de mostrar al mundo que los venezolanos queremos y merecemos un rumbo diferente ante la grave crisis económica, política y social que aumenta cada día, sin que exista una solución. Ante todo, esto podemos decir que el voto es la expresión, firme y clara, del amor que cada uno de nosotros siente por nuestro país y del compromiso y responsabilidad que tenemos con nuestra sociedad y con las generaciones futuras para construir una Venezuela, de la que todos nos sintamos orgullosos.

Abg. José Antonio Robles  / E-mail: joseroblesp@gmail.com
Instagram: @joseroblesmcbo / Twitter: @joseroblesmcbo


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