Opinión

¿Dónde está Acción Democrática?

El legendario partido del pueblo, Acción Democrática, está por cumplir un nuevo aniversario de su fundación. El cumpleaños se produce en medio de una gran incertidumbre, no sólo para los militantes y amigos del partido cuyas bases echara, fundamentalmente, Rómulo Betancourt, sino para la mayoría de los venezolanos que, de una u otra manera, han estado relacionados con esa histórica organización partidista.

Por: Antonio Ledezma

En Acción Democrática inicié mi carrera política cuándo era apenas un aspirante a adolescente. Fue en mi liceo Juan Germán Roscio de San Juan de Los Morros, en donde cumplí mis primeras tareas como militante del semillero adeco. A partir de allí, ese glorioso partido me dio todas las oportunidades para cumplir determinadas funciones públicas, abriéndonos primero los escenarios para encausarnos en cursos de formación y capacitación necesarias para que estuviéramos a la altura de esas encomiendas que agradeceré toda la vida. Nada se nos regaló, todas las posiciones que fuimos escalando las conquistamos trabajando, luchando y esmerándonos en hacer lo mejor posible las faenas inherentes a los cargos de diputado, senador, gobernador y de alcalde, que asumí en diferentes coyunturas.

Mi trayectoria está estrechamente ligada a AD. Jamás renegaré de esa relación. Más bien la evoco y relato con orgullo y fidelidad la verdad que se acumuló en esas décadas de militancia. Fue en las sillas instaladas en la casa de AD ubicada en las adyacencias del mercado municipal de San Juan, en donde recibí mis primeras lecciones sobre las ideologías; allí se nos daban los libros que deberíamos analizar y contrastar. Posteriormente en un edificio levantado en las faldas de las colinas del Sanjuanote, a pocos metros de la Plaza Bolívar de la capital del Guárico, donde funcionaba la dirección política distrital, participé en mis primeros debates en los que se tomaba la palabra para así comenzar a desarrollar la necesaria capacidad para exponer y defender las ideas propias en las contiendas estudiantiles.

Del liceo salí a cumplir uno de mis primeros trabajos como encuestador de la Oficina Regional del Estado Guárico -ORDEG- que estaba a cargo de don Silverio Leal. El nos motivó y preparó para realizar el trabajo social en los barrios de mi pueblo, ya que nuestra misión era acudir a los conglomerados que surgían en la ciudad, a los efectos de inventariar si tenían cloacas, agua potable, luz eléctrica, calles pavimentadas, aceras, instalaciones deportivas, escuelas, centros de salud, etc. Semanalmente debíamos presentar los informes correspondientes con los soportes de las encuestas realizadas como prueba de que se había cumplido cabalmente con la misión. Esa experiencia despertó en mi una conciencia social y una vocación de servicio que se fue ampliando y ha crecido y perdurado hasta nuestros días.

Comencé, como dije anteriormente, en San Juan de Los Morros bajo la tutela de los líderes de la juventud de entonces, RanRan, Cheo Muguessa, Freddy Camero y de la dirección política regional que capitaneaban José Inés Diaz Milano, Juan Manuel Barrios, Claudio Pino, Juan Manuel Ruiz, Jesús Palmar Lara, Ramón Eladio Rengifo y Ottman Guzmán Camero, entre otros, para desde el Guárico escalar a la dirección nacional bajo el liderazgo de Humberto Celli, Cristóbal Hernández, Héctor Alonso López y Domingo Alberto Rangel Vega. Lo que vino después es historia conocida: Carlos Andrés Pérez me ofreció su confianza para trabajar a su lado como uno de sus colaboradores.

Escribo estos párrafos para los miles de militantes, simpatizantes y amigos del partido que se preguntan, con justificada angustia ¿dónde está Acción Democrática? Venezolanos que tratan de dar con el paradero de su extraordinaria historia, su blanca bandera, sus laureles y su antorcha. ¿En manos de quién está el partido que nació para hacer historia en Venezuela?


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