David Ray Conley, un hombre de 54 años que mató a tiros a ocho personas, incluidos 6 niños, ha sido declarado culpable de sus crímenes y condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, anunció este jueves la Fiscalía del condado de Harris (Texas, EE.UU.).
Los asesinatos tuvieron lugar en agosto de 2015 cuando Conley irrumpió en casa de las víctimas y disparó a todas en la cabeza. Estas fueron su exnovia Valerie Jackson, de 40 años, el esposo de Valerie, Dwayne Jackson, y seis niños. Cinco de ellos eran hijos de Dwayne y el mayor, que por entonces tenía 13 años, era hijo del propio Conley.
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Los cuerpos fueron hallados por agentes de policía que habían acudido a la vivienda a realizar un control tras recibir múltiples llamadas.
Conley, que aún estaba dentro de la casa, se enfrentó a los oficiales a tiros, pero al final se rindió y fue arrestado.
El motivo de los asesinatos aún no está claro, pero las autoridades creen que tuvo que ver con la anterior relación sentimental entre Conley y Valerie Jackson.
«¿Cómo puede alguien mirar a los ojos a los niños […] y matarlos uno por uno?», se preguntó la fiscal Kim Ogg, citada por medios locales. «Siempre estaremos en deuda con los miembros del jurado que escucharon las pruebas atroces, deliberaron cuidadosamente y dieron justicia».
Debido a que los expertos diagnosticaron a Conley como un discapacitado mental, los fiscales no pudieron solicitar la pena de muerte y mucho menos una libertad condicional.
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