El gaslighting es una forma de manipulación emocional que parte del ciclo del abuso psicológico. También es violencia que no disminuye ni desaparece pero si aumenta.
El gaslighting es un término que hace referencia al maltrato y abuso premeditado para confundir y dañar a otra persona.
La personalidad narcisista, tipo B, según el Manual y Diagnostico de Trastorno Mentales, describe los rasgos característicos en una persona con el trastorno pero no especifica cuáles son las conductas narcisistas, manipulación que se normalizan hasta convertirlas en un modo de vida.
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El narcisista – psicópata le resta importancia a sus conductas y el impacto emocional y psicológico hacia su víctima porque supone que es un trato normal y aceptado socialmente, la víctima es libre de abandonar la relación cuando quiera pero no siempre es así.
A diferencia del psicópata interpretado en películas o series de tv y el psicópata doméstico o integrado socialmente, es que el primero se da a entender que sus conductas violentas suceden casi de inmediato pero con el psicópata integrado le toma meses y hasta años consumar la destrucción mental y psicológica de su víctima en quien delega la responsabilidad de sus conductas.
Psicopatía de personalidad narcisista, una realidad ignorada.
Durante años la palabra psicópata ha sido asociada a crímenes sangrientos orquestados por una mente enferma, maligna y perversa, donde precisamente ese bombardeo de extrema violencia y muertes han sepultado esta otra realidad que padecen durante años las víctimas de abuso narcisista – psicopático, tanto como para hacerla parecer menos grave.
El psicópata narcisista integrado es un depredador emocional y mantiene su ataque por tiempo prologando, lo realiza de forma intermitente, de manera sigilosa y menos violenta, en términos de la apariencia física de la víctima pero a ésta le resulta tan difícil de reconocer y explicar en qué consiste el daño emocional y psicológico como para que sea la misma víctima quien ponga en duda sus propias capacidades mentales y su lucidez.
Mientras el daño metal, psicológico y emocional se va haciendo cada vez más profundo, a la víctima le toma mucho más tiempo el poder empezar a asociar ciertas conductas de su pareja a la manipulación psicológica a la que ha estado expuesta, como para darle el nombre correcto: abuso narcisista – psicopático
Conductas claves para identificar el abuso narcisista.
La manipulación psicológica o gaslighting es una de las principales conductas del narcisista – psicópata donde el narcisista revierte su responsabilidad en una falsa culpa que le asigna a la víctima, haciéndola dudar de su realidad, de su memoria, de su cordura, de sus recuerdos y la víctima se vea a sí misma como la responsable de haber dudado o incluso, de haber hecho sentir mal al narcisista o psicópata.
Con el uso de frases muy veraces y contundentes «estás inventando», «yo no he dicho eso» «no seas exagerada», no fue así como pasó» «no recuerdo haber dicho eso» «estás loca» el narcisista psicópata niega y desestima la realidad de la víctima, cuyo testimonio es lo único que cuenta para validar los hechos, en ocasiones delante de los demás, menoscabando la imagen de la víctima.
El psicópata narcisista integrado o doméstico, con el paso del tiempo proyecta su mente perversa, maligna para sembrar la incertidumbre sobre la víctima quien es incapaz de percibir la manipulación por parte del narcisista – psicópata, quien desde un inicio provocó o usó situaciones a su favor.
Este es sólo uno de los innumerables ejemplos del funcionamiento del gaslighting, como manipulación emocional, como parte del ciclo del abuso narcisista que usa el psicópata para impedir a la víctima desconfíe, en primera instancia, del abusador.
Ante este prologando ataque del perpetrador, si la víctima no cuestiona su realidad, si no busca ayuda, empieza a creer que es ella la del problema, no podrá desenmascarar a su depredador, tampoco será capaz de armarse de valor para finalizar con el ciclo de abuso narcisista.
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