Sucesos

Detalles de la red de explotación sexual de Otoniel

Tras la reciente captura de Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, han salido a relucir detalles sobre la red de explotación sexual que manejaba.

María Dora, de 23 años, una de las que sus víctimas relató parte de lo vivido. Una historia «igual» que de muchas otras.

La joven sobrevivió a la trata de personas y la explotación sexual a la que fue sometida por los hombres del Clan del Golfo.

Aseguró que cuando apenas tenía 13, la campaña No Es Hora De Callar la encontró en una calle de Medellín, debajo de la estructura que soporta las vías del metro.

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Inicialmente, el “negocio” se limitaba a convencer a niñas de entre ocho y 14 años de que las llevaran a los campamentos del grupo y las violaran.

LA RED DE EXPLOTACIÓN SEXUAL

María Dora habló del proxeneta Javier Linares, mejor conocido como El Papi, uno de los más fieles colaboradores de Roberto Vargas Gutiérrez, alias Gavilán, líder militar del clan.

Gavilán fue quien estructuró y perfeccionó desde la creación de los Urabeños (nombre que tenía esta organización criminal), el negocio de la explotación sexual.

Contó que Linares se encargaba de “reclutar ganado” para las diversas ferias durante los fines de semana. Señaló que bajo este apodo se comunicaban entre ellos, para capturar a muchas mujeres, en su mayoría vírgenes.

“Inicialmente, el negocio se limitaba a convencer a niñas de entre 8 y 14 años de que las llevaran a los campamentos del grupo y las violaran», contó.

«Luego se expandieron para acercar a niñas de entre 16 y 18 años a los frecuentes burdeles que se instalaban, con permiso del “clan”, en toda la zona minera del bajo Cauca Antioqueño y en el noreste del Chocó», mencionó.

Finalmente, empezaron a traer mujeres de entre 20 y 23 años, a fiestas privadas con clientes, es decir, «sus compradores internacionales de drogas”.

Con información de: Caraota Digital


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