Opinión

¿Qué nos deja claro el IGTF?

La reforma a la Ley de las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), aprobada por la Asamblea Nacional y puesta en vigencia este 28 de marzo pasado, deja tras su promulgación un conjunto de dudas en cuanto a su aplicación, sobre todo al interpretarse el instrumento jurídico inicial de fecha 2016, en donde desde ese entonces se gravaban las Grandes Transacciones con una alícuota del 2% sobre la base imponible, esta reforma incorpora un nuevo elemento a la ecuación basado en la aplicación de una tasa de entre cero por ciento (0%) y dos por ciento (2%) para las transacciones realizadas en bolívares y con un tres por ciento (3%) a las transacciones efectuadas en divisas y criptoactivos distintos a los emitidos por la república.

Por Nicholas Taleb

Los gremios de licenciados en contaduría pública, economía y los abogados tributaristas, tenemos más dudas que acciones claras frente a esta reforma la cual es a todas luces violatoria del artículo 317 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, atenta contra la capacidad contributiva pues supone una carga fiscal voraz y hasta confiscatoria de los sujetos pasivos especiales del impuesto al valor agregado, la naturaleza indirecta del tributo hace absolutamente trasferible su carga a las estructuras de valor y de costes siendo en definitiva un impuesto inflacionario.

Con el telón de fondo de una economía transaccionalmente dolarizada, no solo de facto sino de expectativas este tributo es por demás improcedente, inaplicable por las consecuencias y los vacíos de ley, además de su carácter absolutamente opaco y confuso, en el instructivo publicado se hace referencia, al hecho de cada transacción debe incorporar el tributo y el portal se encargara de calcular automáticamente la alícuota aplicable, bien sea el 2% operaciones con moneda local o 3% operaciones con moneda externa, pero no se analizan casos particulares de empresas que masifican sus transacciones y ahora deberán discriminarlas manualmente.

Los software de las máquinas fiscales aún no están listos y esta medida ha transferido las transacciones hacia los bolívares en un entorno de escasez de la moneda nacional, por la vía de gravar las operaciones en dólares no será restablecida la confianza en el bolívar, huelga decir que desde octubre de 2021 hasta la fecha el tipo de cambio ha estado estable y ello no presupone apetencias por la moneda local, empero ante el aumento de la liquidez el BCV, se prepara para restringir la circulación de bolívares con operaciones de mercado abierto, a los fines de esterilizar la liquidez producto del traslado de las transacciones en bolívares y el impacto del aumento del salario.

Las dudas son muchas, en cuanto a la  metodología para hacer operativo el proceso de facturación y mientras no se cuenten con los software para aplicar el tributo se estarían realizando elucubraciones, el pago a través de la popular aplicación zelle y paypal, entre otras serán gravadas aunque no sean provenientes del sistema financiero nacional, pues el hecho imponible reside en el momento de la extinción de la obligación atada a la emisión de la factura, de allí que estas operaciones también sean gravadas con un 3% adicional, en lo absoluto esta medida podría promover el uso de bolívares y causará presiones al tipo de cambio, atentando con las operaciones del mercado abierto promovidas por el Banco Central, las cuales intentan esterilizar la liquidez y ofrecer atractivos superiores a la tenencia de posturas en divisas.

Tanto personas naturales y jurídicas calificadas como sujetos pasivos o no, serán afectados, es tanta la confusión que las transferencias operadas desde cuentas manejadas en divisas quedan suspendidas, hasta que no se cuente con la claridad de lo que se debe hacer, estamos hablando de una válvula de escape que facilitaba el camino hacia una dolarización financiera, cuando todo comenzaba a estabilizarse se introduce esta reforma tributaria contraproducente con la lógica de un entorno económico dolarizado.

Mientras nadie está claro, las máquinas fiscales aún no se encuentran a tono, la entropía el desorden y la antifragilidad, parecen pivotar a la revolución de todos los fracasos a proseguir su guerra contra la ciudadanía.

En conclusión este instrumento deja muchas dudas, miedos e incertidumbre que podrían conspirar con la modesta recuperación observada en el país y presionar tipo de cambio al alza y estructura de precios.

“Saber cosas que otros no saben es más eficaz cuando los demás no saben que sabes cosas que no saben»

Por Nicholas Taleb


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