Apenas horas después de ser derrocado por un grupo de insurgentes yihadistas, el expresidente de Siria, Bashar Al Assad, arribó a Rusia donde le fue ofrecido asilo por “motivos humanitarios”.
La agencia rusa Sputnik confirmó que el líder llegó a Moscú en compañía de su familia, tras huir de Damasco en la mañana de este domingo.
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A pesar de que se especuló con su paradero, luego de que su avión desapareciera de los radares de vuelo de forma abrupta, se confirma que uno de sus mayores aliados, Vladimir Putin, lo alojará en su país.
La decisión del gobierno ruso se enmarca en una política de «protección humanitaria», según informaron las mismas fuentes. No se revelaron más detalles sobre los términos del acuerdo o la duración del asilo.
El régimen de Al Assad colapsó tras la entrada de fuerzas rebeldes en Damasco, marcando el final de 24 años en el gobierno, y de 53 años de la dinastía Al Assad al frente del país.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia indicó más temprano que el presidente decidió «renunciar a la presidencia y abandonar el país, dando instrucciones para llevar a cabo una transferencia de poder de manera pacífica».
Con información de EFE
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