Este miércoles se cumplen 106 días desde la detención de Rafael Tudares, yerno del líder opositor en el exilio, Edmundo González Urrutia. Su esposa, Mariana González de Tudares, hija del diplomático, ha alzado su voz en redes sociales para denunciar el trato que recibe su marido y rechazar categóricamente que sea utilizado como «moneda de cambio» en negociaciones políticas.
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En una publicación en su cuenta de X (anteriormente Twitter), Mariana González de Tudares expresó su angustia y frustración ante la prolongada detención de su esposo. «Mi esposo es un ser humano con derechos, con familia, con sueños», escribió, enfatizando la humanidad de Rafael Tudares más allá de su condición de detenido. «La libertad no es una moneda de negociación. La dignidad humana no se negocia», sentenció.
La denuncia de la familia Tudares se produce en un contexto de creciente preocupación por la situación de los presos políticos en Venezuela. Recientemente, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, propuso un intercambio a la administración de Nicolás Maduro: la liberación de venezolanos deportados y detenidos en El Salvador a cambio de la excarcelación de los presos políticos del chavismo. Sin embargo, el gobierno venezolano rechazó la propuesta, calificándola como una «confesión» de delito por parte de Bukele.
Rafael Tudares fue detenido el pasado 7 de enero mientras llevaba a sus hijos al colegio. Según denunció en su momento Edmundo González Urrutia, su yerno fue «secuestrado» por hombres encapuchados vestidos de negro, quienes lo interceptaron y se lo llevaron en una camioneta dorada con placa AA54E2C.
La detención de Tudares ha generado fuertes críticas por parte de organizaciones de derechos humanos y líderes de la oposición, quienes denuncian la falta de transparencia en el proceso y la ausencia de garantías procesales. La familia Tudares exige que se respeten los derechos fundamentales de Rafael y que se le otorgue un juicio justo.
La prolongada detención de Rafael Tudares, sumada a las denuncias de su familia sobre el trato recibido, pone de relieve la tensa situación política en Venezuela y la persistente preocupación por el respeto a los derechos humanos en el país. La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de este caso, exigiendo garantías para la integridad y libertad de Rafael Tudares.
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