Vecinos del sector El Museo, en la parroquia Venancio Pulgar, fueron atendidos con el servicio de achique de pozos sépticos que ofrece la Alcaldía de Maracaibo a través de su Dirección de Aguas.
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Esta fue la jornada 27 del año y con ella se superan los 500 pozos achicados en 2025.
Adrián Romero Martínez, alcalde encargado de Maracaibo, destacó que esta jornada en particular responde al compromiso asumido con las comunidades en una de las asambleas ciudadanas realizada el pasado jueves 5 de junio.
“Cumplimos la palabra empeñada la semana pasada. Donde están las necesidades, allí está la Alcaldía. Este programa no solo mejora la calidad de vida, también representa un alivio económico para quienes no pueden costear este servicio”, expresó.
Romero Martínez explicó que, en sectores como El Museo, donde no hay sistema de aguas servidas, el costo de achicar un pozo séptico puede llegar hasta 80 dólares, una cifra inalcanzable para muchas familias. Es por ello que el Gobierno municipal concentra estos esfuerzos en las zonas más vulnerables del oeste marabino.
Javier Otero, director de Aguas, explicó que esta es la quinta «vuelta» que da el plan, por las parroquias del oeste: Francisco Eugenio Bustamante, Antonio Borjas Romero, Venancio Pulgar, Luis Hurtado Higuera, Idelfonso Vásquez y San Isidro.
“Hoy estamos beneficiando a más de 22 viviendas en un sector donde el acceso es limitado, pero eso no impide que lleguemos con soluciones”, aseguró.
Asimismo, Otero recordó que en 2024 se atendieron más de 600 familias con este servicio y está dentro de las proyecciones de 2025 superar esa cifra. “Seguimos acercando soluciones a los sectores más desatendidos, dando respuesta a una necesidad vital como el saneamiento a barrios no consolidados, que carecen de la red de cloacas”.
Kelly Cortina, ama de casa de 30 años y residente desde hace dos décadas en El Museo, fue una de las beneficiarias. “Aquí nunca hemos tenido agua potable ni servicios estables. Una achicada de pozo es carísima y no siempre se puede. Esta ayuda es un gran alivio, porque vivimos con muchas carencias. Un camión nos cobra entre 60 y 80 dólares y no tenemos cómo pagar esa cantidad. ¡Que Dios les multiplique lo que están haciendo!”, concluyó.
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