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Rodrigo Paz no invitará a Díaz-Canel, ni Ortega a toma de posesión: “No son democráticos” +vídeo

El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, ha marcado un contundente punto de inflexión en la política exterior del país al confirmar que no invitará a los gobernantes de Cuba y Nicaragua a su ceremonia de investidura presidencial, programada para el próximo 8 de noviembre. La decisión simboliza una ruptura con los estrechos lazos ideológicos que caracterizaron las relaciones bolivianas durante las últimas dos décadas con los regímenes del llamado «socialismo del siglo XXI».

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En una entrevista exclusiva, el líder del Partido Demócrata Cristiano (PDC) fue categórico al justificar su exclusión de estos líderes: “Nuestra condición de relacionamiento es sobre la base de la democracia”.

Rodrigo Paz sentenció que los gobiernos de Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega «no son democráticos» y expresó su deseo de que su país no se parezca a esos modelos.

El mandatario electo, cuyo gobierno busca priorizar la economía sobre la ideología, enfatizó que su gestión se centrará en ofrecer «soluciones para los problemas del pueblo», como la necesidad de que «la gente coma, se movilice, produzca y genere comercio».Este enfoque pragmático busca una nueva etapa de cooperación internacional, especialmente con Estados Unidos, y con organismos dedicados a la lucha contra el narcotráfico y los delitos financieros.

Nueva Diplomacia: Pragmática y Económica

El giro diplomático de Rodrigo Paz es multidimensional. El presidente electo anunció también su intención de reabrir la embajada de Estados Unidos en La Paz, cerrada desde 2008, y manifestó su interés en invitar a agencias internacionales de lucha contra lo ilícito a colaborar en el territorio.

«Quiero más agregados comerciales que diplomáticos; necesito gente que traiga negocios a Bolivia», declaró, destacando su prioridad en la inversión y la generación de empleo.

Esta movida se interpreta como el fin de la era de alineamiento ideológico de Bolivia con ciertos sectores de la izquierda latinoamericana. El país andino busca proyectar una imagen internacional de estabilidad institucional y respeto por los principios democráticos.

Rodrigo Paz Pereira aseguró que, si bien se respetarán los acuerdos mercantiles vigentes con naciones como China y Rusia, la nueva política exterior boliviana será de apertura y pragmatismo, marcando un cambio fundamental en la diplomacia de la región.

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