Se dice que no existe nadie que esté contento con su aspecto al 100%, y hay quien hace lo posible por remediarlo, recurriendo a la cirugía plástica y estética para poder solucionar ese problema. No habrá operación que les haga sentirse más felices, y siempre estarán recurriendo al quirófano. Es el caso de la ucraniana Anastasia Pokreshchuk, de 39 años y condiserada la mujer con los cachetes más grandes del mundo. Se dice que no existe nadie que esté contento con su aspecto al 100%, y hay quien hace lo posible por remediarlo, recurriendo a la cirugía plástica y estética para poder solucionar ese problema.
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Ahora bien, la operación no va a hacer que tu complejo se esfume y te suba el autoestima como por arte de magia; muchas personas tienen complejos cuya raíz es más psicológica que otra cosa, y sin un tratamiento adecuado, siempre se verán mal.
La ucraniana comenzó con su transformación cuando solo tenía 26 años, y se ha hecho tantas infiltraciones en los cachetes que ya ha perdido la cuenta (se ha gastado alrededor de 2000 dólares solo en esa zona). Y todo ese dinero, solo en material, porque es ella misma la que se hace las infiltraciones en su rostro (también en los labios), a pesar de la cantidad de advertencias de los expertos de acudir a un especialista para este tipo de procedimientos.
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Aún así insiste en que aún son ‘demasiado pequeñas’, y planea inyectarse más relleno en un futuro no muy lejano. Anastasia ha logrado hacerse un hueco en las redes sociales, con más de 220.000 seguidores en Instagram que esperan con curiosidad qué será lo siguiente que se va a hacer.
“Después de inyectarme y ver el cambio en mis cachetes, me enamoré de mi aspecto. Me encantan, quiero que se vean así y estoy muy contenta”, cuenta en declaraciones a The Daily Star , “Entiendo por qué la gente podría decir que se ven raras, pero me da igual”.
Eso sí, a pesar de los cumplidos de sus seguidores y cómo se ve, todavía no está contenta con su cuerpo, y espera poder modificarlo próximamente. La ucraniana planea pasar por el quirófano para conseguir más curvas, y probablemente no será lo último que se retoque.
Fuente La Vanguardia
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