Aún condicionado por las consecuencias de la crisis del coronavirus y sometido por las precauciones sanitarias exigidas, el tenis se asoma a las pistas, paso previo a la idea de vuelta a la competencia.
Fue en Alemania, en el recinto de la Academia de Tenis Base de Hoehr-Grenzhausen, cerca de Coblenza, donde pusieron en escena unos cuantos partidos de exhibición.
Sin público, sin jueces de línea, sin recogepelotas. Solo los dos jugadores y el árbitro principal pudieron estar en la pista cubierta de tierra batida.
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