La alimentación intuitiva propone volver al origen. Es decir, comer cuando tengas hambre y lo que te provoca. Esto sin conteo de calorías ni restricción de algún tipo. Pues tus mecanismos de saciedad te deben decir cuando es suficiente comida según las necesidades de tu cuerpo.
Por Kiolys Pacheco
Esto suena hermoso y por supuesto es el ideal a seguir a nivel de nutrición. Pero el mundo real y actual ha hecho que nuestros mecanismos naturales relacionados con la adecuada nutrición se pierdan.
Nuestra intuición ha ido desapareciendo y actualmente para muchos es una habilidad que debe ser reaprendida.
¿ Por qué hemos disminuido la capacidad de llevar una alimentación intuitiva ?
Básicamente, el problema es que tenemos un gran cantidad de estímulos emocionales, psicológicos y físicos que hacen que la alimentación intuitiva ya no sea parte de nosotros.
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Por ejemplo, muchos de los alimentos que consumimos tienen potenciadores de sabor como el glutamato monosodico. Con este específicamente se han hecho estudios en ratas y estas aumentan la cantidad de comida que consumen hasta en un 40%. Asimismo, otros estudios han logrado probar en humanos con sobrepeso y obesidad que al suprimir alimentos con este potenciador logran mejorar su composición corporal sin dietas controladas. Ya que su apetito disminuye notablemente solo con eliminar alimentos que lo contengan.
Por otra parte, la influencia de nuestras emociones y estado mental en el tipo de comida que consumimos, las cantidades y la frecuencia no es secreto para nadie. Muchos de nosotros cuando estamos tristes, felices o estresados variamos nuestra alimentación. Algunos disminuyen la ingesta y otros la aumentan notablemente.
En este sentido, la alimentación intuitiva propone no usar los alimentos como forma de manejar las emociones. Igualmente, sostiene que la actividad física es importante y respetar las señales de nuestro cuerpo.
Lograr volver a lo básico
Cuando unimos los estímulos que nos afectan al tomar decisiones alimentarias nos damos cuenta que no es tan fácil lo que propone la alimentación intuitiva. Nuestro estilo de vida actual atenta por completo a su premisa la cual nos invita a volver a lo básico, a la esencia.
La realidad progresivamente ha ido obstruyendo nuestros “filtros” y ya no sabemos identificar las señales que nos da el cuerpo en su forma pura.
Ahora bien, esto no significa que la alimentación intuitiva no sea la adecuada sino que debemos trabajar en nosotros para hacer que el cuerpo regrese a su estado natural.
Sin extremos
Si un día comes por un impulso emocional y no por hambre no pasa nada malo. Ahora bien, si es tu rutina y además consumes alimentos procesados y/o tienes altos niveles de estrés. Antes de pensar en la comidas debes tratar el origen de su desorden .
Enfocarte en la causa de exceso de consumo. Sea por alimentos ultraprocesados, por situaciones emocionales o estado mental alterado. Luego en el proceso irás mejorando tu intuición a nivel alimentario.
Kiolys Pachecho / @Kio_recetas
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