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Guía práctica de masturbación sin juguetes sexuales

Con tanto vibrador y succionador, nuestros genitales femeninos se han acostumbrado a llegar al orgasmo en cuestión de segundos. Esto está muy bien, es una maravilla, pero hay que tener en cuenta que, si solo estimulamos nuestro cuerpo con juguetes sexuales, podemos llegar a habituarnos. Esto se reproducirá en que nos costará muchísimo más llegar al clímax cuando no estemos acompañados de alguno de nuestros mejores amigos. ¿Te has planteado esto alguna vez? ¿Sí? Pues sigue leyendo y una experta dará respuesta a tus dudas.

Entre masturbarse con y sin juguetes sexuales hay ciertas diferencias. Aída Valles, psicóloga clínica especializada en sexo, destaca que con los dildos que se introducen por la vagina o el ano no existe mayor discrepancia. ‘‘Pero cuando hablamos del vibrador o el succionador, que producen estimulaciones directas, concretas y muy potentes, se puede llegar a producir habituación. Es decir, si me acostumbro a una sensación superplacentera que, realmente, no puede imitar una persona, puede que luego me cueste llegar al orgasmo cuando estoy con mi pareja o si lo hago sin aparatos, ya que necesitaré una estimulación mucho más intensa. Es a lo que se ha acostumbrado mi cuerpo’’.

¿Esto significa que debes dejar de practicar la masturbación, ya sea propia o ajena, con juguetes sexuales? No. Lo interesante es ‘‘alternarlos con la estimulación manual. El placer tiene más que ver con la excitación que con el orgasmo, aunque lo relacionemos a veces con eso’’, destaca la sexóloga.

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Ahora que ya sabes lo ‘peligroso’ y poco práctico que puede llegar a ser utilizar siempre que mantienes una relación sexual el succionador —‘‘puede generar adicción, recomiendo dosificar su uso’’, comenta Aída—, vamos a lo principal: cómo puedes masturbarte sin ningún aparato que te haga compañía.

El primer paso para disfrutar del momento es la concentración. Cuando utilizamos juguetes, muchas veces nos los ‘ponemos’ y listo. No obstante, tener la mente en lo que estamos haciendo es lo más importante para disfrutar de cualquier estímulo. Da igual si es con un vibrador, la lengua, un pene, una vagina… ‘‘si no la hay, se produce una desconexión’’, dice la experta.

Para mejorar esta centralización, Aída recomienda ‘‘practicar mucho la fantasía. Somos una sociedad que estamos tremendamente acostumbrados a utilizar la pornografía para excitarnos. Es como ver la tele, te brinda un estímulo muy visual sin la necesidad de pensar. También produce habituación.’’

La técnica mágica que funciona con el 100% de las mujeres para disfrutar de la masturbación no existe, aunque sí ayudan mucho aspectos como investigar el cuerpo, no ir directamente a los genitales, relajarse, no habituarnos siempre al mismo juguete, fantasear, tocar más el clítoris, introducir los dedos en la vagina… ‘‘La clave está en saber cuáles son los puntos de mi anatomía que funcionan, habiéndolos descubierto antes’’, destaca.

  • Practica diferentes movimientos sobre el clítoris, como circulares, en zigzag o lineales.
  • Es importante estar lubricada: usa un lubricante si necesitas más humedad o un mejor deslizamiento.
  • Prueba a introducirte los dedos en la vagina, mientras con la otra mano estimulas el clítoris.
  • En el ano también hay terminaciones nerviosas: rózalo suavemente mientras te masturbas.
  • Acaricia más partes de tu cuerpo como pezones o muslos.
  • Si estás en pareja, no dudes en decir que te provoca más placer un lado que otro.
  • No te frustres si no encuentras tu punto: descartando problemas fisiológicos, está ahí. Ten paciencia.
  • Masturbarte cuando realmente te apetezca, y mejor si no tienes ningún estímulo externo que te distraiga.

Aunque el mejor consejo que te podemos dar para que practiques la masturbación sin juguetes sexuales y sea un camino de rosas es justo esto, tomártelo como un camino y no como una carrera de fondo para llegar al clímax. ‘‘Si solo te centras en el final, no te das cuenta de la trayectoria y te puedes perder muchísimo placer que puedes llegar a sentir sin necesidad de alcanzar el clímax. Condenarás tu sexualidad y la reducirás’’, sentencia la sexóloga. Pero recuerda siempre: todos los orgasmos son válidos, vengan de donde vengan.

Con información de: Cosmopolitan


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