Sabemos que unos tacones altos, vestirse de cuero o usar lencería súper sexy, eleva la excitación sexuales y son los fetiches más comunes. Pero hoy, te revelaremos cinco que probablemente no conocías.
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La preferencia erótica por algunos objetos o partes del cuerpo, que no son consideradas sexuales principalmente, es una práctica que cada vez se va haciendo más común en la sociedad y en las relaciones íntimas.
1.- TRICOFILIA:
El cabello siempre ha sido un gran símbolo de sensualidad, tanto femenina como masculina. Estos fetichistas, alcanzan una intensa e inexplicable excitación cuando acarician las hebras de cabello de otras personas.
Sin embargo, no todos son iguales, porque aquellos que se sienten atraídos por este fetiche no siguen un patrón en sí. Todo depende del color, del corte y del peinado.
Aunque la tricofilia se satisface con el contacto físico con el cabello, también puede alcanzar el punto máximo de placer con solo ver un corte de cabello.
2.- CLAUSTROFILIA:
Como ya debes saber, esto trata de tener pánico a los espacios cerrados, pero en este tipo de fetiche, lo excitante es permanecer en ellos.
Sitios como ascensores, armarios o hasta el baño de un avión son perfectos, para las personas aficionadas de tener relaciones sexuales en lugares extremadamente pequeños.
3.- AUTOANDROFILIA:
Ponerse lencería o disfraces súper hot, suele ser una de las fantasías más deseadas y recreadas en la intimidad de la cama.
En este caso, la mujer es la que siente mayor placer, ya que normalmente es quien se viste y actúa como hombre durante el acto sexual. Además, esta práctica también implica el rol de dominación, que puede poner caliente a quien lo ejerza.
4.- ESTIGMATOFILIA:
Aunque no lo creas, hay personas que se excitan al extremo cuando tienen relaciones sexuales con otros individuos que tengan tatuajes o piercings, según informó El Mundo basados en la información distribuida por JOYClub, una comunidad de sexualidad liberal.
5.- URSUSAGALAMATOFILIA:
Hay personas que sienten mucha excitación sexual por los juguetes de peluche o por personas disfrazadas con trajes de animales, como osos, tigres, perros o gatos. Este es un fetiche mucho más frecuente de lo que te puedas imaginar.
Con información de El Mundo
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