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Dólar al cielo y pensiones al suelo: Paralelo sube a Bs 8,70 y el salario mínimo cae a la mitad

La escalada incesante del dólar paralelo ha sido tendencia en los últimos días, hasta que este miércoles 24 de agosto registró su incremento más importante en lo que va de año, al saltar de 7,32 a 8,70 bolívares, marcando una variación de 18% en apenas 24 horas.

Esta alza no solo repercute en el incremento generalizado en bolívares de los bienes y servicios que se fijen según el tipo de cambio paralelo, sino que perjudica de manera importante los salarios en bolívares no indexados al dólar, que paga principalmente la administración pública.

El salario mínimo cayó a la mitad del valor que tenía cuando el mandatario Nicolás Maduro decretó el último incremento el pasado marzo. En aquel entonces, los Bs. 171 de salario mínimo integral (Bs. 126 por concepto de salario y Bs. 45 por bono de alimentación) equivalía en divisa estadounidense a 40 dólares a un tipo de cambio que variaba en torno a 4,2 bolívares por dólar.

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Ahora, apenas cinco meses más tarde, el salario mínimo mantiene el mismo monto en bolívares, pero equivale a tan solo $19,6 al tipo de cambio paralelo. Es decir, es menos de la mitad del poder de compra que tenían esos bolívares a mediados de marzo.

La devaluación del salario se produjo incluso aunque el Gobierno había instruido, al momento de hacer el anuncio del incremento, que el nuevo salario se estableciera en medio petro, una forma de presuntamente protegerlo de la inflación.

«Vamos a un plan de recuperación del salario mínimo salarial de todas las tablas salariales y todos los contratos colectivos de manera sostenible, controlando la inflación, que no se dispare, controlando el tipo de cambio ¡Medio petro!», vociferó el gobernante Maduro el 3 de marzo de 2022.

A diferencia de lo que indicaba el anuncio de aquel día, la Gaceta Oficial reflejó la medida de manera distinta. El Decreto Nº 4.653, que norma el incremento, no hizo ninguna mención del petro.

Según el entonces diputado Francisco Torrealba, los petros solo se tomarían en cuenta al momento de hacer el cálculo del nuevo salario. La regularidad de los ajustes para retomar la senda de este anclaje ficticio sigue siendo potestad del Ejecutivo.

En función de este anclaje, el salario mínimo debería ubicarse actualmente en Bs. 255 por concepto de salario, más los Bs. 45 sin anclaje del bono de alimentación, para un total de Bs. 300 de salario integral. Esto debido a que medio petro equivale a $30 y este sería el cambio según el paralelo.

Los más afectados por la devaluación son los empleados del sector público y los pensionados y jubilados, puesto que sus pagos se rigen por el salario mínimo legal decretado por el Gobierno.

Esta reducción del poder de compra se da justo en un contexto de insistentes protestas por parte de organizaciones sindicales que exigen mejores condiciones y especialmente incrementos salariales. Los trabajadores manifiestan desde el momento del aumento del salario mínimo que su remuneración era baja y cinco meses después, reciben la mitad del dinero gracias a la devaluación.

Dólar paralelo sin techo

No existe ninguna manera de predecir la variación futura del tipo de cambio, ya que responde a estímulos de la economía y del mercado cambiario. Sin embargo, todos los analistas apuntan a que seguirá subiendo sin ver un techo claro en el mediano plazo.

La consultora Ecoanalítica calcula que la tasa de cambio cerrará el año en Bs. 12, sin embargo, explican que aún se mantendría por debajo del tipo de cambio de equilibrio que se perfila hoy en Bs. 20.

El fundador del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) y diputado a la Asamblea Nacional electa en 2015, José Guerra, ha sido una de las voces más insistentes en advertir lo que ocurriría con el tipo de cambio y lleva meses prediciendo que subirá, debido a que el Gobierno intentó contenerlo artificialmente mediante la inyección de dólares de las reservas internacionales del Banco Central de Venezuela (BCV) a las mesas de cambio del sector bancario.

Ahora sin dólares en las reservas para mantener esta práctica y con un gasto público aumentando, el dólar empieza a sincerar su precio. Para Guerra, aunque aclara que es imposible predecir hasta dónde llegará el tipo de cambio, esta subida no tiene techo.

«No hay proyección del dólar. El techo es el cielo. El BCV no tiene recursos ni reservas para estabilizar la tasa de cambio. Quizás se estabilice un par de días, pero la tendencia es creciente», indicó a TalCual.

Una de las razones por las cuales se presentó este incremento tan abrupto del tipo de cambio paralelo en las últimas horas tiene que ver con la propia dinámica del mercado, que vio como la oferta de dólares disminuyó sustancialmente mientras la demanda se aceleró. En este contexto de volatilidad, los tenedores de dólares no quieren venderlos y obtener bolívares que se devaluarán. Por el contrario, los poseedores de bolívares quieren deshacerse de estos fondos y refugiarse en una moneda dura. Esta situación impulsa los precios, como advierte la ley de la oferta y la demanda.

Recientemente, la administración de Maduro incrementó el gasto principalmente por los pagos pendientes a los trabajadores públicos del sector educativo y salud.

«El que tiene dólares está aguantado para vender más caro y quien tiene bolívares quiere salir de ellos para comprar dólares baratos. Hay demanda, pero no hay oferta. Eso es lo que está pasando. No hay manera de estabilizar el tipo de cambio, pero la tendencia es clara: a la subida», concluyó Guerra.

Patadas de ahogado con nueva subasta

Durante las últimas semanas, el BCV ha cambiado su estrategia para lidiar con el tipo de cambio. Esto se evidenció debido a que empezó a bajar considerablemente los montos que vendía al sector financiero. De inyectar unos $100 millones semanales empezó a utilizar $60 millones.

Inicialmente, este cambio se tomó como una consecuencia natural de extraer dinero de las reservas internacionales. Sin embargo, analistas ahora consideran que se trata de un giro en la política cambiaria del Gobierno, que empezó a emitir Títulos de Cobertura Cambiaria (TCC) para recoger bolívares y ahorrar el gasto en divisas, como advierte un informe de Síntesis Financiera.

«El BCV aspira a recoger bolívares a través de la emisión de TCC y ahorrar divisas. Pero la oferta de divisas del BCV ejerce una influencia directa sobre el mercado cambiario mientras que la influencia del TCC es indirecta, y la drástica disminución de las ventas de divisas del BCV va a generar un inevitable repunte en el tipo de cambio que el que más influencia tiene sobre la dinámica de los precios», explicó el análisis expuesto en la revista financiera.

Ahora el BCV decidió convocar este mismo miércoles 24 una subasta que se efectuará mañana jueves 25 de agosto. Según Guerra, se trata de un «invento» del ente emisor que tiene fracasados precedentes en 1994 y 2013. «Los bancos no tienen dólares y la demanda es creciente. Esta película la hemos visto, pero al parecer no la recuerdan», subrayó.

El oficial sigue los pasos

Mientras que el dólar paralelo acapara los focos, el tipo de cambio oficial establecido por el BCV escala con premura, aunque mantiene su distancia frente a la tasa publicada por Monitor Dólar Venezuela.

La última actualización del Banco Central indicó que, el tipo de cambio resultante del promedio ponderado de las operaciones en las mesas de cambio de las instituciones bancarias alcanzó Bs. 7,01.

Si bien es cierto que aún hay una diferencia importante frente al paralelo, que es un 24% superior al oficial, el tipo de cambio referencial del BCV escaló 11,4% en tan solo un día.

Con información de Tal Cual


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