Un 7 de octubre pero hace seis años atrás, ocurrió uno de los episodios más extraños y bochornosos del fútbol, cuando el ecuatoriano Enner Valencia fingiera una grave lesión para evitar su detención en pleno juego de eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018 entre su selección y el combinado de Chile en la ciudad de Quito.
La orden de detención que pesaba sobre el jugador era por el atrasos de los pagos de manutención alimenticias de una hija.
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Miembros de la policía local intentaron detener al jugador del Everton inglés al momento de ingresar al estadio Atahualpa antes del partido de la novena jornada de las eliminatorias sudamericanas, pero finalmente pudo formar en el equipo titular.
«Supermán» salió de la cancha antes del fin del partido, presuntamente lesionado y con una mascarilla de oxígeno, tras dejar el encuentro, el jugador fue acompañado por la policía a una clínica.
Tras el escándalo, la jueza de unidad judicial norte de la niñez y adolescencia, Martha Guerrero, revocó el apremio que pesaba sobre Valencia, en base al escrito presentado por su abogado, Juan Carlos Carmigniani, informó en ese entonces el representante del futbolista, Gonzalo Vargas, en su cuenta de Twitter.
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