La incertidumbre reina entre pobladores de Santa Elena de Uairén tras la llegada a la Gran Sabana, durante el fin de semana y el lunes 28 de septiembre, de varios autobuses repletos de uniformados de la Guardia Nacional y Ejército, quienes se han desplegado tanto en los lugares céntricos como dentro de comunidades indígenas.
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La denuncia fue hecha a El Pitazo por los propios pobladores que aún tragan amargo al recordar la represión del 22 de febrero de 2019 por parte de fuerzas de seguridad del Estado, que dejaron ocho muertos y más de una veintena de heridos, la mayoría de estos pertenecientes a la etnia pemón.
“Cuando vemos tantos militares lo primero que pensamos es que se van a repetir esos hechos que dejaron a nuestro pueblo manchado de sangre”, destacó un líder indígena cuya identidad fue resguardada.
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Los uniformados triplicaron su presencia en las trochas, así como en los sectores indígenas que limitan con Brasil. Asimismo, tanquetas fueron trasladadas desde el fuerte de Luepa hasta el fuerte Escamoto, ubicado aproximadamente a 10 kilómetros de la frontera con el mencionado país.
Los uniformados también incrementaron su presencia en el pueblo de Santa Elena de Uairén, así como en los principales sectores de esta localidad.
Con información de ElPitazo.net
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