Familiares de Jorman Godoy, migrante y vendedor ambulante venezolano en Ecuador, denunciaron el viernes 7 de febrero que el joven fue presuntamente asesinado por la Policía Metropolitana de Guayaquil luego de recibir múltiples golpes por parte de los funcionarios.
Godoy vendía medias en la Bahía de Guayaquil y tenía 21 años de edad. Testigos, incluidos otros vendedores ambulantes y personas que estaban en los alrededores, contaron que fue agredido por al menos cinco policías porque no quería entregar la mercancía que llevaba. Contaba con su visa y no tenía antecedentes penales.
Alí Sánchez, una venezolana, dijo que a Jorman presuntamente lo dejaron herido en una plaza luego de que la policía se lo llevaran detenido. El joven fue trasladado al Hospital Bicentenario, donde ingresó sin signos vitales, desde ahí Sánchez expresó: «Tienen un cuerpo ahí resguardado, ¿qué están resguardando si esa vida ya no está?».
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La muerte de Jorman Godoy fue confirmada por la Policía de Guayaquil en un comunicado, pero la institución negó las acusaciones de familiares.
La versión oficial indica que Godoy fue trasladado a la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) alrededor de las 4:16 de la tarde del pasado viernes, bajo la acusación de haber agredido a una agente municipal.
Según el informe policial, el joven estuvo en calidad de aprehendido y esposado, pero los agentes de Control Municipal decidieron no presentar cargos en su contra, lo que supuestamente le permitió retirarse por sus propios medios en compañía de un familiar. Sin embargo, más tarde se recibió un aviso al 911, y al llegar a un centro de salud, se confirmó su fallecimiento.
Este sábado, los familiares de la víctima acudieron al Laboratorio de Criminalística de Guayaquil para retirar su cadáver.
Mi hijo no era un delincuente, pero lo golpearon como si lo fuera. Le tiraron gas pimienta, lo lanzaron al piso y lo agredieron entre varios metropolitanos. Todo porque lo acusaron de haber atacado a una agente municipal. Él solo se defendió porque le quitaron sus cosas», denunció su padre.
Por su parte, la empresa de seguridad municipal Segura EP emitió un comunicado en el que expresó: «Rechazamos todo acto de violencia contra quienes trabajan por el orden y la seguridad de la ciudad».
Con información de El Estimulo
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