Sin pelos en la lengua, como se espera de quien llevó la música urbana en español a otro estadio con Calle 13, se ha presentado Residente en Madrid, con un concierto variado en lo musical, potente y solemne en los mensajes a favor de la paz en Gaza, de una educación pública o contra el colonialismo estadounidense.
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Con su actuación ha quedado inaugurada oficialmente la segunda edición de Alma Festival, de nuevo en el anfiteatro del Parque Enrique Tierno Galván, para acoger diez noches de oferta musical entre la electrónica de Rüfus de Sol, el único que de momento ha agotado el aforo, y el pop-folk celta de The Corrs.
Compromiso
«Está bonito así al aire libre», ha destacado el puertorriqueño ante la panorámica, cuando no se cumple ni un año de su última visita, entonces en un formato menos bucólico, el del Wizink Center, y esta noche con una entrada de 4.500 personas según la organización de las 7.000 posibles.
En los prolegómenos de esta cita con René Pérez (San Juan, 1978), uno de los artistas más galargonados en los Latin Grammy, ya era posible advertir acentos diversos tanto de España como de Latinoamérica, prestos a escuchar versos no aptos para todos los oídos, como «No creo en la iglesia pero sí en tu mirada» o «El machete no es solo pa cortar caña’, también es pa cortar cabeza’».
Veinte minutos más tarde de las 22 horas previstas para el inicio, unas cuerdas de corte oriental han introducido el primero de los temas, ‘Baile de los pobres’, enhebrado sin solución de continuidad con el ‘No hay nadie como tú’ y la ‘Cumbia de los aburridos’, ambos de su etapa en Calle 13.
Con esa fulgurante ráfaga inicial, y amparado por un poderoso septeto musical como banda, Pérez ha llevado la energía de cero a cien, sin esperar tampoco demasiado para lanzar sus proclamas a favor de «una educación pública, gratuita y de calidad, porque es importante mantener el conocimiento, más en este momento».
«Y vamos a brincar también desde Madrid por todo lo que ha ocurrido en Palestina, que es horrendo y no debe pasar; que los que no lo entienden hoy, ya lo entenderán dentro de 20 años», ha añadido, antes de lanzarse con el célebre ‘Atrévete, Te, Te’.
El recuerdo de Calle 13
Las interpelaciones a su exbanda han sido constantes, ya que también han sonado cortes como ‘El aguante’ y su sucesión de injusticias históricas y sociales, con menciones a dictadores como Franco o Hitler, en una diatriba por la resistecia coreada por el público a viva voz y puño en alto.
Dicharachero a partir de ese momento, en el que ha aprovechado para bajar pulsaciones, ha explicado curiosidades de algunas de las canciones, como que ‘Muerte en Hawai’ la escribió intentando «burlarse de la música pop» o que en ‘La vuelta al mundo’ iba a participar Gustavo Ceratti justo antes de su accidente.
A diferencia de su tour del pasado año, ha decidido dejar para cerca del ecuador un tema «con tantas emociones» como ‘René’, el que cierra su más reciente y extenso álbum de estudio, ‘Las letras ya no importan’ (2024).
«Es bien difícil cantar este tema», ha reconocido entre los aplausos por la intensidad del corte, al que ha seguido otro no menos solemne y profundo, ‘Guerra’, con el que ha vuelto a aludir a la ofensiva militar de Israel en Gaza. «No entiendo a quien dice que es muy complicado entenderlo y que por eso no hablan de ello», ha censurado.
Mensaje a Estados Unidos
Puertorriqueño contrario a la presencia estadounidense en su isla mucho antes del ‘Debí tirar más fotos’ de Bad Bunny, no ha dejado de interpretar ‘This Is Not America’, así como el canto a la riqueza de ‘Latinoamérica’.
«Ya se acabó la tristeza», ha reconocido él mismo tras este largo bloque intermedio en el que aún han cabido la poética ‘313’, pero sin la aparición de Silvia Pérez-Cruz ni Penélope Cruz, que sí participaron en la grabación, así como ‘Ron en el piso’.
Con el broche ha vuelto a la energía a plena potencia para regocijo de los asistentes, que han recibido especialmente bien el remate con ‘Chulin Culin Chunfly’, la canción de Julio Voltio en la que colaboró, y más aún con ‘El futuro es nuestro’ y la irreverente ‘Vamo’ a portarnos mal’ con la que Calle 13 hizo una muesca en la historia de la música.
Con información de EFE
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