La historia de Johan Correa, un venezolano de 32 años originario de Valencia, es un testimonio de superación y altruismo. Tras emigrar a Chile hace casi ocho años, Correa no solo ha logrado construir un próspero imperio empresarial, sino que también ha extendido una mano solidaria a quienes más lo necesitan, tanto en su país de acogida como en su natal Venezuela.
Johan, graduado como ingeniero de gas de la Universidad Rafael María Baralt, inicialmente soñaba con trabajar en PDVSA. Sin embargo, sus convicciones políticas le impidieron ingresar a la estatal petrolera, impulsándolo a emprender un viaje de 12 días por tierra hacia Chile en 2017.
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Su llegada a la capital chilena lo encontró trabajando arduamente en una empresa en Cerrillos. Su dedicación le abrió puertas y, con el tiempo, le permitió ingresar a PepsiCo como supervisor de planta. Durante este periodo, su objetivo principal fue ahorrar cada peso de su salario, a menudo sacrificando días de descanso para alcanzar su meta.
El punto de inflexión llegó en 2019. El mismo día que recibió la aprobación de su Visa Definitiva, Correa tomó la audaz decisión de renunciar a PepsiCo. Con casi cinco millones de pesos chilenos ahorrados, adquirió su primer vehículo y fundó transportejlspa, una empresa dedicada a fletes, viajes y mudanzas. «Yo era el peoneta de mi propio camión», recuerda Johan, quien rápidamente logró acreditarse en diversas licitaciones con Correos de Chile. Este éxito inicial le permitió expandir su flota, que hoy asciende a 15 camiones, además de haber adquirido varias propiedades en Chile.
Pero la visión de Johan Correa va más allá del éxito personal. Como creyente, ha canalizado su espíritu solidario a través de la @fundacionprimeramentedios2022. En 2023, su fundación se destacó por enviar alimentos a los damnificados de los devastadores incendios en la 5ta Región de Chile, poniendo sus propios camiones a disposición para la causa.
El alcance de su ayuda es aún más amplio: la fundación organiza jornadas de comida para comunidades desfavorecidas tanto en Chile como en Venezuela, y Correa personalmente financia a varios estudiantes universitarios en su país natal. La historia de Johan Correa es un ejemplo inspirador de cómo el crecimiento personal puede y debe ir de la mano con el compromiso social.
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