El presidente ruso, Vladímir Putin, rompió su silencio este viernes, ofreciendo una valoración «positiva» sobre la tercera ronda de negociaciones de paz con Ucrania, celebrada en Estambul. Sin embargo, su declaración no hizo mención alguna al ultimátum de diez días que le impuso al expresidente estadounidense, Donald Trump, para detener el conflicto.
«En general, (la tercera ronda de Estambul) la valoro positivamente… Necesitamos una paz duradera y sólida», afirmó Putin a la televisión pública durante una visita al monasterio de Valaam, en el noroeste del país.
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A pesar del tono conciliador respecto a las conversaciones, el líder ruso reiteró que las «condiciones rusas» para la paz siguen vigentes. Estas condiciones, según ha manifestado previamente el Kremlin, incluyen el rechazo categórico al ingreso de Ucrania en la OTAN y el reconocimiento internacional de la anexión rusa de territorios ucranianos. La insistencia en estos puntos clave subraya la postura inalterable de Moscú, a pesar de los esfuerzos diplomáticos en curso.
La declaración de Putin se produce en un momento de intensa presión internacional y especulación sobre posibles avances en las negociaciones, así como sobre la postura de Rusia ante las exigencias de figuras políticas globales. La omisión del ultimátum de Trump en su comentario sugiere una estrategia de contención y de priorización de la narrativa interna sobre el desarrollo del conflicto.
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