Quieres sexo más que vulgar y corriente. Quieres sentir, descubrir, vivir y tener una inolvidable sexualidad, la respuesta está en los juegos previos, que encenderán tu mente y tu cuerpo.
Los juegos previos permitirán que ambos disfruten por igual, elevan la temperatura y pueden sacar toda la creatividad para divertirse en la intimidad.
Un encuentro íntimo requiere de tiempo paciencia y dedicación. Los detalles, las caricias, el romance, los juegos y disponer todos tus sentidos para dar y recibir placer.
Ya basta de ver y vivir la sexualidad como una descarga vacía y hueca de placer. Es momento de que trascendamos, y justo para hacer esa transición es necesario sentirnos con la persona ideal que nos ofrezca esa rendición total hacia lo divino, espiritual y carnal.
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“El factor clave para que una relación sexual sea satisfactoria, no es lo que se haga en sí, las técnicas o tácticas, duración, tamaño o si tienes un cuerpo más bonito… sino la generación de deseo», explica el autor del libro La ciencia del sexo, Pere Estupinyà, a Glamour.
Tal idea es avalada por la psicóloga y sexóloga, Silvia Olmedo, quien afirma al mismo medio que lo importante antes de tener un momento de intimidad con tu pareja «es desconectarte del mundo, entregarte a lo que sientes y ser lúdicas».
Retrasar el orgasmo
Uno de los datos que puedes poner en practica como parte de esos juegos previos al climax sexual es retrasar el orgasmo. Si te preguntas cómo hacerlo. La respuesta es aplicando técnicas del sexo tántrico. En este sentido los expertos recomiendan que la clave es mantener la excitación la mayor cantidad de tiempo posible evitando entregarse a la penetración en cuanto surja la primera calentura.
“Es como ‘quedarse en medio’, en ese estado que es muy placentero, de mucho deseo sexual, en el que tienes ganas de que llegue el orgasmo, pero lo retrasas», agrega Estupinyà.
Desvestirse con paciencia
Para que los juegos previos sean significativos, hay que recuperar los detalle. Precisamente uno de estos es desvestir a tu pareja o desvestirte ante el o ella con gracia y sensualidad.
Por ejemplo, acariciarse con la ropa, quitársela lentamente o dejar que sea el otro el que te desvista detalladamente, mientras observan y disfrutan del cuerpo del otro.
La masturbación también es importante
Una idea bien valorada es dejar que la pareja observe mientras el otro se masturba, sin que pueda tocarte, para incrementar su deseo al tener la prohibición por delante.
“A ellos les resulta superexcitante verte autoestimulándote, además, está comprobado que son mucho más visuales que nosotras”, asegura Olmedo.
Salir de la rutina
Si siempre se inicia el sexo de una manera, es momento de darle un giro de 180 grados a eso e incluso cambiar la presentación.
Es decir, ponerte linda para el momento, ya sea probando ropa interior nueva, un peinado distinto, un maquillaje seductor, zapatos de tacón y juguetes sexuales son algunos de los elementos que puedes probar.
Explotar las zonas erógenas
Por último y no menos importante, para exaltar los juegos previos al sexo, no se queden en los puntos del cuerpo erógenos por naturaleza y exploten esas zonas que igualmente producen placer.
Algunos son las orejas, el cuello, la base de la cabeza, los pezones, los dedos y los muslos aunque esto tiende a variar de acuerdo con la persona.
“Lo que hace el juego previo es guiarnos a un sentido más profundo de quiénes somos y de qué preferimos sexualmente”, asegura la psicóloga Lori Buckley a Esquire, por lo que tener esos momentos de intimidad antes del sexo les ayudará a conocerse más.
Con información de: Cosmopolitan
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