El ciberataque a una importante red de oleoductos en Estados Unidos generó escasez de gasolina, motivando los altos precios, compras por nerviosismo y la suspensión temporal del gobierno de las normas antipolución en tres estados y la capital federal para asegurar el suministro.
Cientos de estaciones de servicio en el sureste del país reportaron estar sin combustible mientras los clientes hacían fila para llenar sus tanques, señalaron analistas.
Un ataque de ‘ransomware’ el viernes a Colonial Pipeline obligó a la compañía a cerrar toda su red.
Pero funcionarios de la administración del presidente Joe Biden instaron a la calma y dijeron que la situación es solo temporal.
Colonial Pipeline, que transporta cerca del 45% de los combustibles consumidos en la costa este del país.
Ha dicho que apunta a reanudar completamente la distribución para el fin de semana.
En la Casa Blanca, la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, dijo que algunas áreas «pueden sentir una escasez de suministro hasta que el servicio de Colonial se reanude por completo».
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Sin embargo, «no debería haber motivos para acaparar gasolina, especialmente a la luz del hecho de que el oleoducto debería estar sustancialmente operativo para fines de esta semana y durante el fin de semana», dijo a periodistas.
El 8,5% de las estaciones de servicio en Carolina del Norte, el 7,7% en Virginia, el 5,8% en Georgia.
El 2,8% en Florida no tenían gasolina la tarde el martes, según Patrick De Haan, analista del sitio especializado GasBuddy.
El precio promedio en el país de un galón de gasolina (3,79 litros) estaba en 2,97 dólares, «su nivel más alto desde 2018», dijo.
«Sin gasolina antes de que caiga el sol»
«Nos quedaremos sin gasolina antes de que caiga el sol si esto sigue así», dijo un gerente de una estación de servicio en Raleigh.
«Todo el mundo está viendo las noticias, ya sabes, se asustan, luego salen corriendo y compran gasolina. Están llenando bidones y todo».
Algunos temen que la disrupción provoque un aumento en los precios justo antes del feriado del Día de los Caídos, el 31 de mayo.
Inicio no oficial de la temporada de viajes estival.
Para aliviar la situación, el gobierno de Biden ya concedió a partir del domingo mayor flexibilidad para el transporte de productos refinados por carretera.
Y el martes, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) otorgó «una exención temporal para garantizar que haya un suministro adecuado de gasolina disponible en las áreas afectadas hasta que se pueda restablecer el suministro normal a la región».
La medida de la EPA suspende las reglas de aire limpio que requieren que las áreas urbanas usen combustible con aditivos.
Que hacen que la gasolina sea menos contaminante pero también más cara.
La exención «es necesaria para tomar medidas para minimizar o prevenir la interrupción del suministro de gasolina a los consumidores».
Así lo explicó el administrador de la EPA, Michael Regan.
Esta disposición regirá hasta el 18 de mayo y concierne a la capital, Washington, así como a los estados de Maryland, Pensilvania y Virginia.
El Departamento de Transporte también está evaluando levantar ciertas obligaciones para facilitar la entrega de petróleo por barco desde el Golfo de México y considerando las capacidades de las empresas ferroviarias para transportar más gasolina desde la costa hacia el interior del país.
«Riesgo alcista»
Los precios del petróleo crudo subieron levemente el martes, pero el mercado parece en general tranquilizado por la promesa de reanudación completa de la operativa de Colonial Pipeline.
El barril de Brent del Mar del Norte para entrega en julio terminó en 68,55 dólares en Londres, un 0,34% más que el cierre del lunes.
En Nueva York, el barril estadounidense del WTI para junio ganó un 0,55%, o 36 centavos, a 65,28 dólares.
Esta débil reacción tras el ciberatque proviene del hecho de que «Colonial ha dicho que tiene la intención de restablecer las operaciones en unos días, lo que debería limitar el impacto en los precios en el corto plazo», señaló Robbie Fraser, de Schneider Electric.
«Sin embargo, persiste un riesgo alcista si se retrasa este cronograma, lo que desencadenaría un mayor aumento de las importaciones estadounidenses por mar desde Europa y otros mercados mundiales», advirtió el experto.
Según el FBI, Colonial Pipeline fue atacado por los piratas informáticos del grupo DarkSide utilizando «ransomware».
Un programa que aprovecha los agujeros de seguridad para cifrar los sistemas informáticos y exigir un pago para desbloquearlos.
El mayor operador de oleoductos de productos refinados de Estados Unidos envía gasolina y combustible para aviones desde la costa del Golfo de Texas a la populosa costa este a través de 8.850 kilómetros de tuberías, que atienden a 50 millones de consumidores.
Con información de: Diario Las Américas
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