Sucesos

Asesinaron a una fiscal de Colombia en zona fronteriza con Venezuela

Esperanza Navas, una fiscal especializada del municipio de Tibú en Colombia, en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela, fue asesinada a tiros por hombres armados que se desplazaban en una motocicleta en la que posteriormente se dieron a la fuga. El hecho ocurrió el miércoles 9 de junio.

Lugareños dijeron a los medios de comunicación que los hombres se acercaron a la vivienda de la fiscal y, sin mediar palabra, le dispararon en repetidas ocasiones cuando la mujer salía de su casa.

Navas –abogada, casada con el periodista Fernando Otero Calderón– fue auxiliada por los vecinos, pero murió antes de ser trasladada al hospital local.

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La Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la Organización de Estados Americanos rechazó en redes sociales el asesinato de Navas y expresó su preocupación por numerosos casos de feminicidio en la zona. «Nos solidarizamos con su familia y exhortamos una investigación exhaustiva de estos casos», indicaron.

Navas, madre de 2 niñas, llevaba 13 años vinculada a la Fiscalía colombiana y 8 de ellos trabajando en Tibú, en donde llevaba procesos de diferente índole.

El Colectivo Feminista Espacio Violeta rechazó el asesinato de la fiscal de Colombia y recordó que en lo que va de este año 11 mujeres han sido asesinadas en Norte de Santander.

Tibú, junto con los municipios de Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, La Playa, San Calixto, Sardinata y Teorama hacen parte de la región del Catatumbo, una de las más pobres y olvidadas de Colombia.

En esta convulsa región tienen presencia la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional; un reducto del Ejército Popular de Liberación, considerado por el gobierno como una banda criminal; disidentes de la extinta guerrilla de las FARC, y otros grupos armados que se enfrentan por el control territorial de la zona.

En la región, que abarca 10.089 kilómetros cuadrados, en su mayoría selváticos, los grupos armados se enfrentan por los territorios cedidos por las desmovilizadas FARC, que buscan quedarse con todos los eslabones del narcotráfico, que van desde los cultivos de coca hasta la exportación de la cocaína.

Con información El Nacional


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