El Gobierno indio anunció este sábado que la vacuna contra el coronavirus del laboratorio estadounidense Johnson & Johnson ha sido aprobada para su uso de emergencia en la India, sumándose así a otras cuatro fórmulas empleadas en el país.
“La vacuna contra la COVID-19 de dosis única de Johnson & Johnson ha sido aprobada para su uso de emergencia en la India”, afirmó el ministro de Salud, Mansukh Mandaviya, en su cuenta oficial de Twitter.
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El ministro destacó que “ahora la India dispone de cinco vacunas” que han recibido la Autorización para su Uso de Emergencia (EUA) en el país, algo que “impulsará aún más la lucha colectiva nacional contra la COVID-19”, remarcó.
La fórmula de Johnson & Johnson cuenta con dos ventajas: es más fácil de almacenar que otras fórmulas por no precisar temperaturas excesivamente bajas y para la inmunización completa solo hace falta una dosis.
Esta vacuna se une así a la indígena Covaxin, del laboratorio indio Bharat Biotech; a Covishield, de AstraZeneca y producida en el Instituto Serum de la India (SII); la fórmula rusa Sputnik V, y la estadounidense Moderna.
La última vacuna en unirse a la campaña de inmunización en la India trata de impulsar un proceso que ha sido criticado por su lentitud, sobre todo por la falta de dosis suficientes para este país de 1.350 millones de habitantes, pese a ser conocido como “la farmacia del mundo” y albergar la mayor fábrica de vacunas.
Desde que la India comenzó el pasado enero la campaña, ha administrado 500 millones de dosis, casi 5 millones en las últimas 24 horas, pero solo 110 millones de personas han recibido la pauta completa.
Para revertir este déficit, el país limitó las exportaciones de vacunas en mayo, autorizó el uso de emergencia de preparados extranjeros y se hizo con el 70 % de la producción de los fabricantes de vacunas locales para repartirlas entre los estados sin costo alguno, en un intento por satisfacer la demanda interna.
Esto también ha presionando el sistema de distribución internacional, después de que el Gobierno indio bloqueara en la práctica las exportaciones desde abril, en pleno pico de la segunda ola del coronavirus.
Uno de los principales afectados es el programa Covax, que impulsa la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el que la producción india de Covishield es fundamental, especialmente para las economías de bajos ingresos.
El país, que confía en la inmunización como la única salida para erradicar la pandemia, se ha visto presionado a acelerar la vacunación y evitar así una posible tercera ola de casos, después de que en abril y mayo sufriera una devastadora segunda ola.
Entonces, llegó a alcanzar un pico de más de 400.000 contagios y 4.000 fallecidos diarios, colapsando hospitales y crematorios, algo que contrasta con los menos de 40.000 casos y 617 muertes registradas en el país en las últimas 24 horas.
Con información El Carabobeño
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