Variedades

Qué es la lectura profunda y cómo afecta para bien tu cerebro

«Sin libros, no seríamos humanos como lo somos», le dice a BBC Ideas la biblioterapeuta Ella Berthoud. Si bien eso es cierto, «no hay nada menos natural que la lectura», precisa la neurocientífica Marianne Wolf.

Leer más: Facebook: qué es el metaverso, el nuevo universo digital

«La alfabetización es uno de los más grandes inventos de la especie humana», que no sólo es útil sino tan poderoso que transforma nuestras mentes y aún más: «la lectura literalmente cambia el cerebro», afirma Wolf.

Los beneficios son extraordinarios pero estamos en riesgo de perder algunos de ellos. ¿Por qué?

Pregúntate: ¿prestaste atención a todo lo anterior o lo leíste por encima, buscando información rápidamente o quizás «un gancho» que te lleve a leer un poco más?

Sinceramente, ¿cuán a menudo haces lo último?

A pesar de que hoy en día estamos leyendo más palabras que nunca -se calcula que un promedio de alrededor de 100.000 al día- la mayoría se leen en ráfagas cortas en las pantallas, y «por encima».

Eso preocupa a expertos, pues transformar nueva información en conocimiento consolidado en los circuitos del cerebro requiere múltiples conexiones con las habilidades de razonamiento abstracto, cada una de las cuales requiere un tipo de tiempo y atención que a menudo falta en la lectura digital.

Todo lo cual nos deja con la misma pregunta que hizo el poeta TS Eliot: «¿Dónde está el conocimiento en nuestra información? ¿Dónde está la sabiduría en nuestro conocimiento?».

Físicamente

Dibujo de mujer con libro en vez de cerebro

A diferencia del lenguaje oral, la visión o la cognición, no existe un programa genético para aprender a leer.

Si un niño, en cualquier lugar del mundo, está en un entorno hablante, su lenguaje, naturalmente, se activará. Eso no ocurre con la lectura, pues implica la adquisición de un código simbólico completo, tanto visual como verbal.

Por ser un invento relativamente reciente -«es un parpadeo en nuestro reloj evolutivo: tiene apenas 6.000 años», apunta Wolf-, aún no lo hemos formateado.

«Empezó de una manera simple, para marcar cuántos vasos de vino u ovejas teníamos. Y con el nacimiento de los sistemas alfabéticos, comenzamos a tener un medio eficiente para recordar y almacenar el conocimiento».

«La lectura es un conjunto adquirido de habilidades que literalmente cambia el cerebro»

«Lo que hace es explotar un principio de diseño en el cerebro humano, que le permite hacer nuevas conexiones entre regiones visuales, regiones del lenguaje, regiones para el pensamiento y la emoción».

Dibujo de hombre con libro y flecha que va al cerebro y al corazon

Esta transformación, subraya la neurocientífica, «comienza de nuevo en cada nuevo lector. No existe dentro de nuestra cabeza. Cada persona que aprende a leer tiene que crear un nuevo circuito en su cerebro».

Y eso, abre las puertas a un mundo nuevo.

Mágicamente

«La lectura aporta tres poderes mágicos: creatividad, inteligencia y empatía», le dijo a BBC Ideas Cressida Cowell, escritora de literatura infantil y autora de la serie «Cómo entrenar a tu dragón».

«Leer por el gusto de hacerlo es uno de los dos factores clave en el éxito económico posterior de un niño. Es más probable que no termines en prisión, que votes, que seas dueño de tu propia casa…».

Además, «leer una gran historia es mucho más que entretenimiento», asegura la biblioterapeuta Ella Berthoud.

«La lectura en realidad tiene muchos beneficios terapéuticos.

«Tu cerebro entra en un estado meditativo, un proceso físico que ralentiza los latidos del corazón, te calma, y reduce la ansiedad», afirma Berthoud, para quien, por ejemplo, el remedio para la «claustrofobia, rabia, agotamiento» es la novela de Nikos Kazantzakis «Zorba el griego».

La biblioterapia, el arte de prescribir ficción para curar las dolencias de la vida, fue reconocida en el Diccionario Médico Ilustrado de la editorial Dorland’s en 1941.

Su práctica se remonta la menos a la Antigua Grecia, época en la que se colocaban notas en las puertas de las bibliotecas, advirtiendo a los lectores que estaban a punto de entrar en un lugar de curación del alma.

Estudios

En el siglo XIX, psiquiatras y enfermeras le recetaban a sus pacientes toda clase de libros, desde la Biblia, pasando por literatura de viajes, hasta textos en lenguas antiguas.

Varios estudios en el siglo XX y XXI han comprobado que la lectura agudiza el pensamiento analítico, lo que nos permite discernir mejor los patrones, una herramienta muy útil ante conductas desconcertantes de otros y de nosotros mismos.

Mujer leyendo junto a la estatua de un poeta islandés, Tomas Gudmundsson, Reykjavik, Islandia.

La ficción en particular puede hacerte socialmente más hábil y empático. Y aunque no prometen una transformación total en siete sencillos pasos, las novelas te pueden informar y motivar, los relatos breves consolar y ayudar a reflexionar y está demostrado que leer poesía estimula partes del cerebro relacionadas con la memoria.

Sumergirse en una novela es perderse, pero cuando volvemos a la realidad traemos con nosotros aquello que nos inspiró nuestro personaje favorito.

Sin embargo, muchos de estos beneficios dependen de un estado conocido como «lectura profunda».

Profundamente

«Cuando leemos a nivel superficial, sólo estamos obteniendo la información. Cuando leemos profundamente, estamos usando mucho más de nuestra corteza cerebral», explica Wolf.

«La lectura profunda significa que hacemos analogías, hacemos inferencias, lo que nos permite ser seres humanos verdaderamente críticos, analíticos, empáticos».

Niño leyendo

BBC


Visítanos en Twitter e Instagram

Comentarios