La historia de Brayan Pinto acapara espacio en los medios de comunicación de todo el mundo y es que este joven venezolano de 18 años tuvo que entregar a su perrita Brandy en la frontera de Estados Unidos, minutos antes de entregarse a los agentes de migración de la Patrulla Fronteriza de El Paso, Texas.
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Brayan, luego de la muerte de su madre tomó su único objeto de valor que le quedaba en Venezuela, una perrita poodle blanca que había sido un regalo de su fallecida madre y emprendió viaje hasta EEUU.
«Brandy ha estado conmigo durante dos años», dijo Brayan a periodistas de Reuters quienes captaron el triste momento de la despedida.
No solo cruzó la frontera de Colombia con Brandy, su mascota que se convirtió en su apoyo emocional, sino también la peligrosa Selva de Darien en donde estuvo nueve días. Así continuó su camino hasta que este domingo pasó lo que menos esperaba, tener que abandonar a su compañera de viaje porque no podía ingresar a EEUU con ella.
“Ahora que llegamos a Estados Unidos, me dicen que la tengo que dejar porque no puede cruzar para el otro lado”, dijo Brayan con tristeza.
«Dejarla es como dejar a un miembro de la familia», agregó el desconsolado joven.
Pero no todo está perdido, pues un fotoperiodista mexicano que estaba en la zona agarró a Brandy con el compromiso de cuidarla, intercambiaron números de teléfono y Brayan, luego de salir de inmigración se pondrá en contacto para poder buscar a Brandy y reunirse nuevamente.
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