Tener una vida sexual saludable y satisfactoria es fundamental en una relación de pareja por varias razones. El buen sexo contribuye a la intimidad emocional y la conexión entre los miembros de la pareja, así que descubre los 13 mandamientos del buen sexo.
Durante el acto sexual se liberan hormonas como la oxitocina, que fortalecen el vínculo emocional y refuerzan el sentimiento de cercanía. Además, el sexo placentero y satisfactorio contribuye a la felicidad individual de cada miembro de la pareja, ya que puede aumentar los niveles de endorfinas y serotonina, neurotransmisores asociados con el bienestar y la sensación de felicidad.
El sexo también puede ser una forma de liberar el estrés acumulado. Durante la actividad sexual, el cuerpo produce endorfinas, las cuales actúan como analgésicos naturales y pueden reducir los niveles de estrés y ansiedad.
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Asimismo, el buen sexo fomenta la comunicación y la conexión física entre las parejas. La comunicación sexual abierta y sincera es esencial para tener una buena vida sexual, ya que permite expresar física y emocionalmente las necesidades y deseos de cada uno.
Además de los beneficios emocionales y psicológicos, el sexo regular puede tener efectos positivos en la salud física. Ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, mejora la circulación sanguínea, alivia el dolor y promueve un sueño reparador.
La intimidad sexual brinda la oportunidad de explorar y experimentar con nuevas formas de placer, lo que puede llevar a una mayor satisfacción sexual y a un mayor conocimiento mutuo dentro de la relación.
Así que en un artículo para la revista Psychology Today, el doctor Joel Block, profesor en la Hofstra Northwell School of Medicine, estableció una especie de decálogo, en realidad tiene 13 mandamientos para tener buen sexo
1. Conocimiento
El conocimiento juega un papel crucial en mejorar nuestra experiencia sexual. Al comprender nuestro propio cuerpo, nuestras preferencias y deseos, podemos comunicar nuestras necesidades a nuestra pareja y buscar la satisfacción mutua. La educación sexual nos proporciona información precisa sobre la anatomía, fisiología y prácticas sexuales seguras, permitiéndonos tomar decisiones informadas.
Además, el conocimiento nos brinda el lenguaje adecuado para una comunicación abierta y honesta con nuestra pareja. Nos ayuda a explorar nuevas prácticas, romper mitos y tabúes, y solucionar problemas sexuales comunes. Al invertir en nuestro propio conocimiento sexual, podemos enriquecer nuestra vida sexual y disfrutar de una experiencia más satisfactoria y saludable.
2. Valentía
Ser valientes en el ámbito sexual implica superar miedos, comunicarnos abiertamente y explorar nuevas experiencias. Requiere mostrar vulnerabilidad, expresar nuestras necesidades y límites, y romper con la rutina. Ser valientes nos empodera, nos permite enfrentar nuestros miedos e inseguridades, y asumir el control de nuestra propia sexualidad. Al ser valientes, cultivamos una vida sexual más satisfactoria, auténtica y significativa, fortaleciendo la conexión íntima con nuestra pareja.
3. Libertad
La libertad es fundamental para tener un buen sexo, ya que nos permite explorar y expresar nuestra sexualidad de manera auténtica y sin restricciones. La libertad nos brinda la capacidad de tomar decisiones informadas sobre nuestras prácticas sexuales, establecer nuestros propios límites y comunicar nuestras necesidades y deseos con nuestra pareja.
Sin la libertad de ser quienes somos y de buscar el placer de acuerdo con nuestras preferencias y valores, la experiencia sexual puede estar limitada o restringida.
4. Implicación
La implicación es fundamental para tener unas relaciones sexuales satisfactorias, ya que implica estar presente física, emocional y mentalmente durante el encuentro íntimo. Implica dedicar tiempo y energía a la conexión con nuestra pareja, mostrando interés y atención hacia sus necesidades y deseos. La implicación nos permite crear un ambiente de intimidad y confianza, donde nos preocupamos por el bienestar y la satisfacción mutua.
5. Confianza
La confianza es esencial en el sexo, ya que crea un ambiente seguro y cómodo donde podemos expresarnos libremente y explorar nuestra sexualidad sin temor a juicios. La confianza nos permite abrirnos emocionalmente, compartir nuestras fantasías y deseos más íntimos, y establecer límites claros. Cuando confiamos en nuestra pareja, nos sentimos más relajados y seguros, lo que permite una mayor entrega y conexión durante el acto sexual.
6. Generosidad
La generosidad es fundamental para disfrutar del buen sexo, ya que implica una actitud desinteresada de dar y recibir placer, para el bienestar y la satisfacción mutua. Ser generosos sexualmente implica estar dispuestos a explorar y cumplir los deseos y las fantasías de nuestra pareja, así como comunicar nuestras propias necesidades y deseos de manera clara y respetuosa. Esto crea un ambiente de reciprocidad y gratitud, donde ambos se sienten valorados y apreciados.
7. Amor
El amor es muy importante a la hora de tener unas buenas relaciones sexuales debido a que trae consigo una conexión emocional profunda y un compromiso con nuestra pareja. El amor nos permite experimentar una intimidad y vulnerabilidad más significativas durante el acto sexual. Cuando hay amor, nos preocupamos por el bienestar y la satisfacción de nuestra pareja, buscando su placer y felicidad en igual medida que la nuestra. Además, el amor crea un ambiente de confianza, respeto y comunicación abierta, donde podemos expresar libremente nuestras necesidades, deseos y fantasías sin temor al rechazo o al juicio.
8. Voluntad de ayuda
Reconocer que podemos enfrentar desafíos y dificultades en el ámbito sexual y estar dispuestos a buscar apoyo demuestra un compromiso con nuestro bienestar y el de nuestra pareja. Al buscar ayuda a través de terapia sexual, asesoramiento profesional o educación especializada, obtenemos las herramientas y técnicas necesarias para abordar problemas como la disfunción eréctil, la falta de deseo o la dificultad para alcanzar el orgasmo. Además, buscar ayuda nos permite resolver conflictos de comunicación y mejorar la intimidad en la relación.
9. Buena salud
Mantener un estilo de vida saludable, una alimentación equilibrada, actividad física regular y descanso adecuado, nos proporciona la energía y vitalidad necesarias para disfrutar del sexo. Una buena salud física, como el buen funcionamiento cardiovascular y hormonal, contribuye al deseo sexual y al rendimiento. Además, cuidar de nuestra salud mental y emocional nos permite estar presentes en el momento íntimo, liberando la mente de preocupaciones y distracciones. Tener una buena autoestima y una imagen corporal positiva también influye en nuestra confianza y disfrute en la intimidad.
10. Igualitarismo
En un contexto igualitario, ambos miembros de la pareja son valorados por igual en términos de deseos, necesidades y consentimiento. Promover la igualdad implica tomar decisiones consensuadas, respetar los límites individuales y garantizar que ambos participen activamente y de manera equitativa en la experiencia sexual. Además, el igualitarismo fomenta una comunicación abierta y honesta, lo que permite explorar y compartir fantasías, preferencias y nuevas prácticas sexuales de manera mutuamente satisfactoria.
11. Sensualidad
Al despertar nuestros sentidos, como el tacto, el olfato, el gusto, la vista y el oído, podemos disfrutar de una experiencia sexual más rica y estimulante. La sensualidad nos invita a explorar nuevas formas de placer, a ser conscientes de las sensaciones y estímulos que nos rodean, y a sumergirnos en el momento presente con nuestra pareja. Al cultivar la sensualidad, descubrimos la importancia de la conexión física y emocional, lo que nos permite disfrutar plenamente de la intimidad y crear una vida sexual más satisfactoria y enriquecedora.
12. Humor
Al incorporar el humor, podemos relajarnos, liberar tensiones y crear un ambiente positivo y relajado durante el encuentro sexual. Compartir risas y bromas con nuestra pareja fortalece el vínculo emocional y la intimidad, permitiéndonos conectarnos en un nivel más profundo. Además, el humor nos ayuda a aceptar nuestras imperfecciones y a reducir la presión relacionada con el rendimiento sexual, ya que nos permite reírnos de nosotros mismos. También puede ser una herramienta poderosa para comunicar nuestras preferencias y deseos.
13. Comunicación
Finamente, al establecer un diálogo abierto y sincero sobre nuestras preferencias, fantasías y preocupaciones sexuales, creamos un ambiente de confianza y entendimiento mutuo. La comunicación nos brinda la oportunidad de expresar nuestros deseos y escuchar los de nuestra pareja, lo que nos lleva a descubrir nuevas formas de placer y experimentar una mayor satisfacción en la intimidad. Además, durante el acto sexual, la comunicación nos permite ajustar el ritmo, la intensidad y las técnicas para asegurarnos de que ambos estén cómodos y disfruten plenamente de la experiencia.
Con información Menshealth
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